Nadal, obligado a abandonar su hotel ‘talismán’ en Roland Garros
Ok Diario
Rafael Nadal es un hombre de costumbres, y sus rituales, manías para algunos y rutinas de concentración para él y muchos otros, le han llevado a lo más alto en prácticamente todos los escenarios tenísticos del planeta. Sin embargo, si en alguno ha destacado Rafa ha sido en París, con sus doce títulos en Roland Garros comandando las vitrinas de su museo. En este extraño 2020, el español tratará de confirmar que no hay decimotercero malo, pero deberá hacerlo bajo una serie de particularidades a las que obliga el protocolo anticoronavirus que le han hecho perder hasta la posibilidad de alojarse en su hotel talismán.
Nadal acostumbra a alojarse, desde su primera participación –y primer título– en 2005, en el Hotel Melia Paris Tour Eiffel, conocido anteriormente como el hotel Meliá Alba. Este complejo, de cuatro estrellas y alejado del máximo lujo que proporcionan el Plaza Athénée, el Ritz o el Crillón, destaca principalmente por su cercanía a los Campos Elíseos y por lo acogedor de su servicio, algo muy importante para Rafa y los suyos.
Los mejores momentos de Rafa en Roland Garros, así como también los –escasos– episodios negativos, obtuvieron reposo en el Meliá Alba, un hotel en el que el manacorense no podrá repetir en 2020. El coronavirus ha obligado a Roland Garros a numerosas modificaciones, entre la que destaca sobremanera el cambio de fechas, y también afecta a los hoteles. En pos de contar con una miniburbuja en el torneo, la organización limitó la estancia de los tenistas a dos lugares: el Pullman Paris Tour Eiffel, que es el que le corresponde a Nadal por ranking, y el Novotel Paris Tour Eiffel.
Adiós a la zona de confort en Roland Garros
La imposibilidad de estancia en su lugar habitual, en su ‘casa’ en París, no resta prácticamente opciones de victoria a Nadal, pero se suma a un cúmulo de modificaciones que convierten la edición de 2020 en el Roland Garros más complicado para Rafa, obligado a salir de su zona de confort en cuanto a la residencia, las bolas con las que se jugará el torneo e incluso en la posibilidad de jugar indoor si el tiempo no acompaña, merced al estreno de la esperada cubierta retráctil en la Philippe Chatrier, pista central del complejo.