Nadadora española María de Valdés garantizó su viaje a París 2024 - 800Noticias
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EFE

La nadadora española María de Valdés hizo historia al colgarse el pasado sábado la medalla de plata en la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas del Campeonato del Mundo, que se disputó en Doha. Este resultado le permite garantizar su presencia en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, donde también estará la española Ángela Martínez tras terminar entre las 13 primeras.

La malagueña, que fue plata en la prueba de 5 kilómetros disputada en el Europeo 2022, completó una espectacular carrera en la que se jugó el oro al sprint con la gran favorita, la neerlandesa Sharon van Rouwendaal, campeona olímpica en Río 2016 y subcampeona en Tokio 2020. Finalmente, Van Rouwendaal paró el crono en 1:57:26.80, una décima por delante de la española (1:57:26.90), mientras que la portuguesa Angelica André completó el podio mundialista (1:57:28.20).

De esta manera, la nadadora española se desquita de lo que sucedió en el Preolímpico que le dejó fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Y no solo eso sino que María de Valdés ha hecho historia al conseguir la primera medalla mundial de la natación femenina española en aguas abiertas en unos Mundiales Acuáticos, ya que Yurema Requena, bronce en Sevilla 2008, logró su metal en un Mundial que era únicamente de aguas abiertas.

De Valdés lo intentó hasta el final y puso contra las cuerdas a la gran favorito en un sprint final apasionante donde se impuso la neerlandesa por apenas una décima. Este segundo puesto no solo le permite hacer historia y conseguir el pase directo para París 2024 sino también es un aviso de cara a la cita olímpica, donde la española sueña con repetir medalla e incluso se permite soñar con el mayor botín posible, el oro.

La otra española en la prueba de este sábado en Doha, la ilicitana Ángela Martínez, terminó decimotercera (1:57:36.60) y también consiguió su billete para los Juegos. Así pues, España contará con doble representación en esta prueba en París 2024 y al menos con una opción de medalla. Gran noticia para la natación española.

Un año complicado

La malagueña venía de un año complicado. La muerte de su padre hace tres meses, la espina clavada de su no clasificación para los Juegos de Tokio y una operación médica eran tres inconvenientes mentales que ha solventado de la mejor manera. «Estoy que no me lo creo», dijo aún temblando a EFE nada más concluir la prueba. Todo salió como lo tenía previsto. Se pegó de salida a la estadounidense Katie Grimes, bronce en el pasado Mundial, y nunca dejó la cabeza.

Siempre se situó entre las plazas delanteras, con Grimes, van Rowendaaal, la italiana Tadeucci y la brasileña Junglut. Poco a poco se fueron añadiendo más nadadoras, como la portuguesa Mafalda Rosa, la japonesa Ebina, la sudafricana Lotter y especialmente la monegasca Lisa Pou. El trabajo realizado acabó dando sus frutos. Se acordó de su padre, de su familia, del equipo técnico, de todo el camino que ha recorrido para llegar hasta aquí, de cuando se quedó por poco fuera de los Juegos de Tokio y de esa operación que la dejó sin participar en el último Mundial.

«Ha sido una carrera muy complicada, por la marea y las corrientes. He sabido llevarlo lo mejor posible y al final he intentado estar codo a codo con las mejores en cada vuelta, consiguiendo que nadie se escapara. Era la oportunidad que tenía y no la he dejado escapar», insistió la malagueña a la citada agencia. María de Valdés, con su medalla, ha hecho historia. Es la segunda de España en esta disciplina después de la conseguida en Sevilla 2008 por Yurema Requena, entonces fue un bronce.

«Es un sueño hecho realidad»

«Subcampeona mundial y clasificada para los Juegos. Más no puedo pedir ahora, tengo que creérmelo, porque todavía estoy en una nube y es un sueño hecho realidad», continuó la malagueña. Había estudiado la carrera así y le salió a la perfección: «Tenía que aguantar de principio a fin, lo tenía en la cabeza. Se jugaban trece plazas, quería estar siempre entre las diez primeras, porque sabía que si me descolgaba no iba a poder recuperar. Esa ha sido estrategia», señaló.

Y así fue. No clasificarse para los pasados Juegos de Tokio fue la gasolina, los inconvenientes personales otras motivaciones extra. «He tenido que esperar bastante tiempo para sacarme esta espinita, pero al final lo he conseguido», dijo. Después de la carrera se fundió en un abrazo con su compañera, Ángela Martínez, que también se clasificó para los Juegos al finalizar decimotercera. «Me alegro mucho por Ángela, que hemos estado juntas durante bastante tiempo. Era algo que merecíamos», afirmó María de Valdés sobre Ángela Martínez.

Para María y para Ángela, poder participar en unos Juegos es «un sueño», de hecho en esta disciplina no hay tantas españolas que lo han conseguido y nunca España ha tenido a dos representantes en esta competición olímpica. Antes que ellas estuvieron Yurema Requena (Pekín 2008), Erika Villaécija (Londres 2012, Río 2016) y Paula Ruiz en Tokio. Este verano, habrá dos más nadando en las aguas del Sena.

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