Nace Simón Bolívar, el libertador de América, por María García de Fleury - 800Noticias
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El 24 de julio se celebra el natalicio del libertador Simón Bolívar, un venezolano que liberó a la mayor parte de los pueblos suramericanos. Habiéndolos liberado militarmente y habiéndole dado su gobierno a las personas de cada lugar, Bolívar, en un discurso en el Congreso de Angostura, dijo la célebre frase, «Mural y luces son nuestras primeras necesidades».

Para Simón Bolívar, la construcción de una gran sociedad debía reposar en el pilar moral, visto como el poder que permite deslastrarse de las malas costumbres, de los vicios y la dependencia, por eso se inspiró en el antiguo cuerpo de leyes de las culturas clásicas de Grecia y Roma. Mural y luces son los polos de una república; Mural y luces son nuestras primeras necesidades; ésta es una de las ideas que hoy tiene mayor vigencia en nuestras sociedades.

Con una gran claridad y proyección en el tiempo, Bolívar señaló: «un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto volverá a perderla». El discurso muestra de forma muy clara el pensamiento político del libertador y el modo en que se llevarían a la práctica gran parte de sus ideas. Además, este discurso le quita a Bolívar su imagen de hombre guerrero rampante a caballo y espada y lo convierte en un ideólogo, en un pensador, cualidad que es la que tiene más valor para la posteridad, las gestas heroicas vienen y van, pero las ideas son imperecederas y se convierten en los móviles de las generaciones futuras.

Simón Bolívar decía que sin duda la forma de dominio o esclavitud a la que se somete a los pueblos es con el yugo de la ignorancia, la tiranía y el vicio, cuando estos existen en una sociedad, los ciudadanos no pueden adquirir ni saber, ni poder, ni virtud. Y agregaba nuestro libertador Simón Bolívar, «por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza y por el vicio se nos ha degradado más que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas;  un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción».

Amigos, Bolívar entendió que para formar una sociedad donde las personas no fueran un simple instrumento de dominación política, se necesitaba la educación basada en el binomio moral y luces para la preparación del ciudadano. Ambos conceptos, moral y educación, expuestos ante el congreso de angostura, fueron la constante propuesta de Simón Bolívar en todos sus escritos, en todos sus discursos para el desarrollo del proyecto legislativo.

Sin duda, respeto y amor a Dios, junto con la educación, forman el valor invaluable y el punto de partida para lograr el cambio justo y lograr una sociedad capaz de enfrentar todos sus miedos sociales y ser capaz de obtener todos los beneficios del trabajo plural en un contexto de armonía y paz. Por eso, cada individuo debe ser capaz de conocer sus raíces culturales e históricas y pueda asumirlas de la manera más responsable.

Las raíces venezolanas siempre han sido católicas, basadas en el Evangelio de Jesucristo, esas son las raíces donde se funda la moral del venezolano y las que estamos llamados a enseñar y a vivir, porque ellas llevan a Dios y con Dios siempre ganamos.

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