Monseñor Salvador Montes de Oca, obispo mártir venezolano, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
En Carora, estado Lara, Venezuela nació Salvador Montes de Oca en 1895, a los 15 años entró en el seminario Santo Tomás de Aquino para formarse como sacerdote y a los 31, en 1927, fue consagrado como el segundo obispo de Valencia.
Como obispo hacía visitas pastorales a todos los rincones de la diócesis. Predicaba, bautizaba, daba la primera comunión, realizaba confirmaciones y se ocupaba de los más pobres y necesitados; cuando sabía de la necesidad de alguna familia le daba dinero a los hijos de manera de no abochornar a los padres. Al mismo tiempo se dedicaba escribir de manera de llegar lo más eficiente posible a todos los fieles.
Vivía a plenitud las palabras de Cristo: «La verdad los hará libres», fue un gran luchador a favor de la libertad, los derechos humanos y en especial se preocupaba por los presos políticos confinados en el castillo Libertador en Puerto Cabello, así como familiares de los detenidos.
En 1929 el gobernador de Carabobo pretendía a una dama casada Valenciana, en advertencia Monseñor Montes De Oca público una carta condenando el matrimonio con divorciados y censurando a quienes tenían mujeres fuera del matrimonio; por eso fue detenido en Los Teques y lo mandaron al exilio en la isla de Trinidad.
Enterado de este hecho y de que el gobierno civil pretendía expulsar también a todos los obispos, el general Juan Vicente Gómez les dijo: «Dejen quietos a los curas, no se metan más con ellos, no como carne de cura porque la carne de cura atraganta». Cuando Gómez volvió al poder en 1931 levantó la medida de exilio y Monseñor Montes De Oca pudo regresar a Valencia donde se siguió destacando como siempre por su defensa del matrimonio, la familia y los perseguido políticos.
Al poco tiempo el Montes de Oca renunció y se fue a Italia porque sentía el llamado a ingresar en la orden de Los Cartujos de Italia, para vivir como un monje sencillo. Era el tiempo de los Nazis, quienes entraron en el monasterio, sacaron a todos los monjes en 1944 junto con el Prior del monasterio, a todos los pusieron en fila, los fusilaron y los lanzaron a una fosa común. Monseñor Montes de Oca estaba entre ellos y tenía 49 años. Al finalizar la guerra se descubrió la fosa, los desenterraron y los identificaron.
Ya se abrió el proceso de beatificación de Monseñor Salvador Montes de Oca y como parte del mismo sus restos mortales fueron trasladados desde el templo del Sagrado Corazón de Jesús conocido como la Iglesia de Las Siervas del Santísimo, hasta la Basílica de la Catedral Metropolitana de Valencia en Venezuela, donde fue inhumado solemnemente en la capilla de Nuestra Señora de Coromoto en presencia del cardenal Baltazar Porras, monseñor Saúl Figueroa Albornoz, Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Valencia, el padre Antonio Arocha vice postulador de la causa de canonización, monseñor Diego padrón arzobispo emérito de Cumana y recién nombrado cardenal.
También asistieron algunos obispos, sacerdotes, familiares y amigos de monseñor Montes de Oca, quien sin duda es ejemplo para todas las generaciones actuales por la firmeza de sus principios y por la fidelidad al evangelio, él sabía en todo momento que a pesar de las dificultades con Dios ¡siempre ganamos!
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