En la solemnidad en honor a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiuinquirá, presidida por el Arzobispo de Coro, Monseñor Mariano Parra Sandoval quien sustituyó al Arzobispo de Maracaibo, José Luis Azuaje, leyeron el discurso que él también Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela envío al pueblo devoto chiquinquireño.
«Te queremos pedir por nuestras autoridades, mueveles sus corazones, ábrele sus ojos y sus oídos, ayudarles a comprender que hay que hacer cambios en su desempeño que tienen que escuchar a un pueblo sufrido sumido en una terrible crisis. Que Dios les cambie el corazón de piedra por corazones nobles» decía parte de las palabras escritas por Azuaje para este 18 de noviembre.
Por su parte el Arzobispo de Coro dedicó parte de sus palabras a la diáspora venezolana por quien pidió a La Chinita su protección.
Dijo que la Virgen sufrió y sufre como toda madre cuando un hijo suyo es llevado injustamente a la Cruz. “María”, dijo, “acompañó a su Hijo Jesús en la Cruz, acompañó a los discípulos y los anima en medio del dolor, en las horas después de entregar su vida en el madero”.
Al terminar la misa solemne Monseñor Mariano Parra Sandoval fue honrado con el relicario de Oro en su única clase por sus 25 años de ordenación episcopal.
La plazoleta de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá estuvo repleta desde tempranas horas de la mañana de este 18 de noviembre y tras culminar la eucaristía los fieles devotos acompañaron la reliquia de La Chinita en su procesión.
