Mis decisiones son libres, por María García de Fleury
por: María García de Fleury
Vivir en libertad implica que soy libre para tomar mis propias decisiones, de lo que no soy libre es de vivir las consecuencias de esas elecciones y esas decisiones.
Tener responsabilidad sobre lo que eliges libremente es algo maravilloso, porque dice «tu importas y tus decisiones importan». Todos estamos condicionados por nuestra genética, nuestra cultura, educación, medio ambiente y aún así seguimos siendo responsables de lo que hacemos o dejamos de hacer, somos agentes para el bien o para el mal, aun con todos nuestros condicionamientos al final siempre eres libre porque la última decisión está en tus manos.
Todos los seres humanos tenemos una conciencia natural que esta ahí a pesar de todo y está diciéndonos lo que está bien y lo que esta mal, el hecho de que somos libres para elegir es muy importante, una persona en un campo de concentración puede estar presa, pero es libre en su mente para aceptarlo o rechazarlo, para hundirse en la desesperación o pensar en cosas productivas que lo hagan tener esperanza.
Una persona que sufre un accidente mortal y está a punto de fallecer es libre, si es libre porque puede decidir aceptar su condición, su realidad o revelarse. Frente a cada decisión que tomamos hay consecuencias y de ellas no nos podemos escapar, cuando la madre de Dios con el niño Jesús se le apareció al cacique Coromoto, no le impuso nada porque Dios creó a los seres humanos con libre albedrío, por eso Dios no impone, solo invita y la virgen los invitó a ir donde los blancos para que les echaran agua en la cabeza y pudieran ir al cielo.
Estaba en el cacique Coromoto, su esposa y sus hijos aceptar libremente la invitación o no; al aceptar libremente la consecuencia fue que toda la tribu aprendió acerca de la fe católica y se bautizaron el 8 de septiembre de 1652. Anteriormente se había convertido una persona por aquí y otra por allá, pero este es el caso de la primera comunidad completa de nativos venezolanos católicos en toda Venezuela que se convirtió y sucedió en Guanare, estado Portuguesa, el lugar de la aparición de la Madre de Dios con el niños donde además de su mensaje dejó su estampa grabada en la mano del cacique.
Libremente estamos llamados a tomar la decisión de formar nuestra mente y conciencia para aprender a elegir el bien sobre el mal. Quienes vivimos las consecuencias, los remordimientos de conciencia o la paz del alma somos nosotros, por eso te invitamos a formarte en la escuela del evangelio de Cristo para que aprendas a elegir con la verdad siempre por delante porque Cristo dijo «Yo soy el camino, la verdad y la vida» y por encima de todas las cosas sabemos que si estamos con Cristo estanos con Dios y ¡con Dios siempre ganamos!