Miles de brasileños se reúnen para rendir diversos homenajes al Chapecoense
EFE
Miles de brasileños se dieron cita en distintas ciudades del país para rendir un sentido homenaje al Chapecoense, equipo que la semana pasada perdió a gran parte de su plantilla y a la práctica totalidad de su cuerpo técnico y directiva en el accidente aéreo que tuvo lugar en Colombia.
En Río de Janeiro cerca de mil personas se dieron cita en el emblemático estadio Maracaná para representar, con un abrazo colectivo, todo el cariño y el dolor que los aficionados han sentido esta última semana por un equipo cercenado cuando se disponía a cumplir el sueño de disputar su primera final internacional.
“Ya lloré, ya sonreí. Lo importante es que ellos están en el cielo. Dios precisó de un equipo de campeones y quiso al Chapecoense”, comentó a Efe Luis Piero, un aficionado del Botafogo que dijo querer estar presente para solidarizarse con las víctimas.
Vestidos principalmente con el verde característico del modesto club de Chapecó, en el sureño estado de Santa Catarina, los asistentes que acudieron al acto, que fue convocado a través de las redes sociales, no dejaron de acordarse ni por un instante de las víctimas de un siniestro que se cobró la vida de 71 personas.
“Vamos, vamos Chape” era la consigna más repetida por los allí presentes, que no dejaron de corear además los nombres de los 19 jugadores del equipo fallecidos en el departamento de Antioquía, cuando se dirigían a Medellín para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional colombiano.
Dejando de lado las rivalidades por un día, aficionados de los principales equipos de la ciudad dieron una vuelta al Maracaná y guardaron un minuto de silencio antes de fundirse en un simbólico abrazo cogidos de la mano en torno a una parte del estadio.
“Fue una tragedia que conmovió a todo el mundo, principalmente en Brasil por ser un equipo de aquí. Fue una tragedia horrible que parecía como si fuera de mi equipo y de mi familia”, reconoció a Efe Manuela, una joven estudiante de educación física que se declaró seguidora del Vasco da Gama.
En paralelo con las celebraciones en el Maracaná, el estadio Couto Pereira, de la ciudad de Coritiba, donde estaba prevista la celebración del partido de vuelta de la final de la Copa Sudamericana entre el Chapecoense y el Atlético Nacional, se llenó para honrar a las víctimas del club catarinense.
A la misma hora a la que se iba a disputar ese encuentro, a las 9:45 p.m. hora local, los aficionados allí presentes escucharon el pitido inicial de un silbato que marcó de manera simbólica el inicio de un juego que nunca se celebró.
El Chapecoense escogió el Couto Pereira para disputar ese juego al no poder usar el Arena Condá, con un aforo aproximado de 20.000 personas, porque no tiene capacidad para más de 40.000 aficionados como exige la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Asimismo, el Arena Condá de Chapecó, ciudad sede del malogrado Chapecoense, rindió un tributo más a sus “guerreros” con el encendido de las luces del estadio, aunque no llegó a abrir las puertas del mismo para que la hinchada entrada.
“Se trata de un homenaje silencioso a iniciativa del club para eternizar el que sería el partido más importante de la historia del ‘Chape’”, señaló la entidad deportiva en un comunicado divulgado el miércoles en su página web.
Por otro lado, su teórico rival, el Atlético Nacional de Medellín, fue reconocido por la artista Katielly Lanzini, quien colocó al lado de la escultura de la mascota del Chapecoense, el “Indio Guerrero”, ubicada en los alrededores del Arena Condá, un tigre de dientes de sable, símbolo del equipo colombiano.