Mejores bebidas para calmar el dolor de forma rápida
Agencias
A la hora de calmar el dolor, pocos nos imaginamos que una simple bebida natural nos puede ayudar a sentirnos mejor.
La mayoría de personas recurren a los analgésicos farmacológicos cada vez que sienten algún tipo de dolencia que les impide realizar sus actividades cotidianas con normalidad.
Sin embargo, los expertos no recomiendan el consumo frecuente de este tipo de medicamentos, ya que la mayoría puede tener serios efectos secundarios cuando se abusa de su consumo.
Por esta razón, es bueno buscar alternativas naturales que ayuden a calmar el dolor y disminuir las dolencias sin temor a sufrir algún efecto por su consumo.
Lo bueno es que, así como hay algunos alimentos naturales que combaten la inflamación y el dolor, también podemos preparar algunas bebidas con efectos similares, ideales para prevenir y calmar diferentes dolencias.
Jugo de arándanos
El jugo de arándanos es una bebida natural rica en antioxidantes, vitaminas y minerales que lo convierten en un aliado de la salud.
Este jugo contiene unas sustancias conocidas como antocianinas que ayudan a prevenir la inflamación y el estrés oxidativo.
El consumo de jugo de arándanos todos los días durante seis semanas aumenta las citoquinas, moléculas antiinflamatorias que incluso actúan cuando el cuerpo está sometido a un ejercicio vigoroso.
Esto quiere decir que el jugo de arándanos puede proteger el cuerpo contra el dolor y la inflamación.
¿Cómo prepararlo?
- Mezcla en una licuadora ½ taza de arándanos frescos con un vaso de agua (200 ml)
- Procésalos hasta obtener una mezcla homogénea.
- La puedes endulzar con miel o un endulzante natural.
- Si lo deseas, le puedes agregar unas gotas de limón.
Té verde
Esta bebida natural se ha popularizado en todo el mundo luego de que se revelaran todos sus beneficios para la salud, incluyendo la prevención de enfermedades y su estímulo para los que desean bajar de peso.
El té verde es una bebida rica en flavonoides, que son unos compuestos antiinflamatorios que se han relacionado con la prevención de diferentes enfermedades.
Según varias investigaciones, el consumo de té verde puede aumentar significativamente las sustancias antiinflamatorias, mientras que disminuye las sustancias inflamatorias, por lo cual se ha relacionado su consumo con la disminución de la artritis reumatoide y otros tipos de dolor.
¿Cómo prepararlo?
- Hierve una taza de agua (250 ml) y agrégale una cucharada o una bolsita de té verde.
- Déjalo reposar durante 5 minutos y bébelo.
- Lo puedes endulzar con miel.
Jugo de cereza
El consumo de jugo de cereza es un gran aliado para calmar el dolor, ya que actúa como un reductor de los marcadores de la inflamación como la proteína C reactiva (PCR).
Este jugo contribuye a reducir la inflamación de la grasa abdominal y la inflamación cardiaca, ambas relacionados con el mayor riesgo de problemas cardiovasculares. Esto se debe a que las cerezas agrias son ricas en unos antioxidantes llamados antocianinas, que le otorgan poderosos beneficios antiinflamatorios.
El jugo de cereza agria ha sido valorado por sus efectos, que reducen el dolor en las articulaciones y los derivados de la artritis, así como otros tipos de dolencias relacionados con la inflamación.
¿Cómo prepararlo?
- Licua ½ taza de cerezas sin semillas en un vaso de agua y bébelo inmediatamente.
- Si deseas potenciar sus efectos y recibir un aporte extra de fibra, mezcla ½ taza de moras, ½ taza de cerezas y un vaso de jugo de manzana.
- Procésalo bien y consume el jugo bien fresquito.
El kéfir
El kéfir es una bebida con un alto poder antiinflamatorio. Se elabora a partir de la leche fermentada y es una fuente rica de bacterias beneficiosas como es el caso de los probióticos. Estas bacterias buenas podrían ayudar a frenar la inflamación sistémica, según afirman varias investigaciones.
En varios estudios se determinó que las personas con enfermedades inflamatorias como la colitis ulcerosa tenían menores niveles de inflamación después de tomar kéfir todos los días, en un periodo de 8 semanas.
De hecho, las personas sanas que consumieron probióticos tuvieron una reducción de la inflamación, en comparación de aquellos que tomaron un placebo.
¿Cómo prepararlo?
- Consigue algunos granos de kéfir y ponlos en un frasco de cristal. Luego vierte sobre ellos cualquier tipo de leche, ya sea desnatada, semidesnata o entera, de vaca, de cabra o de oveja. También puedes optar por la opción vegetal con leche de soja.
- Luego de verter la leche, cierra el frasco y guárdalo en un lugar fresco y oscuro. Lo ideal es dejarlo 24 horas, o más tiempo, para que quede espeso y fuerte.
- Pasado el tiempo recomendado, cuela el kéfir y guarda el líquido en una jarra o vaso. Finalmente, tendrás los granos por un lado y el líquido por otro. Puedes guardarlo en el refrigerador para consumir tu kéfir frío.
Mejor con Salud