Médicos temen descuido de la pandemia durante diciembre
La Prensa Lara
Aprender a convivir con el COVID-19, es la lectura que le dan a la carta abierta de la flexibilización en diciembre. Se acaban las medidas alternas de las semanas libres y radicales con el sistema 7 + 7 y los expertos sólo llaman a estar precavidos, para no engrosar la curva del posible rebrote de contagiados para fin de año.
Las alarmas retumban cuando se detienen en la situación país, entre las pocas pruebas y tardíos resultados de las PCR, que obstaculizan ese diagnóstico. Además del 80% de asintomáticos que expanden la cadena de contagios, sin siquiera darse cuenta y el déficit en la capacidad de respuesta hospitalaria en el sistema público. Un engranaje que termina de fracturarse con la falta de prevención de la ciudadanía, que -muchas veces- ignora las medidas básicas de protección y se expone a un festín de contagios.
“El coronavirus no se ha ido y la gente entiende que con tanta libertad, tenemos el permiso de convivir con él”, señala René Rivas, titular del Colegio de Médicos de Lara, ante la evidencia de mayor proliferación de casos comunitarios. «El virus está en las comunidades y en los hogares y pueda ser ignorado ante la falta de síntomas», expresó.
Todo encaja en un momento de poca información y que se asume de seguridad extrema, pero ¿ha existido una verdadera campaña educativa para la colectividad?. Édgar Capriles, experto en economía de la salud, responde que el gobierno desestima y no hace hincapié en la fatalidad que puede representar este virus. “No se tienen los voceros creíbles, ni la pertinencia del mensaje alusivo a los riesgos de un rebrote. Tampoco se educa con la conducta, al ver los candidatos oficialistas sin la mínima prevención en eventos de campaña electoral”, destaca.
Es la insistencia de ese llamado de alerta, para paliar los abusos que se puedan cometer frente a tanta libertad. Sin la necesidad de alarmar, pero sí de recalcar las consecuencias del descuido. Un cambio de hábitos que empiece por el adecuado uso del tapaboca, lavado de manos y evitar las aglomeraciones. Dicho punto es uno de los más vulnerables, sin el debido distanciamiento de 1,5 a 2 metros que se queda en letra muerta para los usuarios del transporte público, consumidores y aquellos con diligencias en entidades bancarias o entes públicos. Las caretas deberían ser las barreras para cuidarse de los gérmenes en el rostro o los lentes bien sellados, para proteger los ojos.
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