María Rafols, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Un 30 de agosto de 1853 falleció Maria Rafols, la pionera en España de la vida religiosa apostólica femenina, fundadora de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana junto con el Padre Juan Bonal.
En palabras de José Luis Martín Descalzo, Maria Rafols capitaneó una gran aventura que hizo girar muchas cosas, se anticipó a algunos de los movimientos mas vivos de la iglesia en el siglo XX, supo responder a todas esas llamadas de Dios que los mediocres desprecian, porque ella asumió una de las tareas más difíciles que puede encomendársele a un creyente: arder y no brillar, caminar si avanzar, construir arduamente unos cimientos y no llegar a ver jamás el edificio que sobre ellos se construirá, porque en verdad la congregación que fundo las Hermanas de la Caridad de Santa Ana comenzaron a expandirse después de su muerte.
Maria Rafols nació en España el 5 de noviembre de 1781 de padres campesinos, poco se sabe de su niñez, solamente que su padre falleció y ella y junto a su mamá y sus cuatro hermanos cambiaron varias veces de residencia hasta que la volvemos a encontrar en 1804 cuando tenía 23 años y estaba saliendo de viaje de Barcelona hasta la ciudad de Zaragoza junto con un grupo de doce hermanas de la caridad porque el Padre Juan Bonal los había reunido en Barcelona para ir a servir a los enfermos del Hospital Nuestra Señora de Gracia, que había sido fundado por el Rey Alfonso V en 1425.
Cuando llegaron a Zaragoza fueron directamente a la iglesia donde está la Virgen del Pilar, la patrona de España, para entregarle y dedicarle la labor que iban a realizar. El Hospital Nuestra Señora de Gracia tenía el lema: «Casa de los enfermos de la ciudad y del mundo». Y sin duda era un autentico mundo de dolor, lleno de enfermos, niños abandonados y todo tipo de desvalidos.
Al llegar, María Rafolfs, como superiora de la hermandad femenina comenzó a limpiar y a poner en orden el lugar, en lo que más les insistía a sus compañeras era que trataran a todas las personas con respeto, cariño y dedicación, convencidas de que eran los más necesitados de sus tiempos.
María Rafolfs se destacó por ser una mujer prudente, decidida, arriesgada y valiente, al mismo tiempo discreta, con una calidad incansable y un temple heroico. Era el tiempo de la guerra de la independencia y el hospital fue bombardeado e incendiado, entre las balas y las ruinas, María Rafols expuso su vida para salvar a los enfermos. Ella y sus compañeras dejaban de comer para alimentar a los enfermos, en varias ocasiones se arriesgó a pasar al campamento francés para pedir atención para sus enfermos y heridos, atendía a los prisioneros e incluso intercedió por ellos.
María Rafols y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana enfrentaron las epidemias con gran valor, durante la guerra la más leve sospecha o denuncia calumniosa era castigada con prisión. A Maria Rafols la calumniaron y le tocó estar presa dos meses y ser desterrada durante 6 años en el Hospital de Huesca a pesar de que la sentencia del juicio la declaraba inocente.
Ese tiempo lo vivió y sufrió con gran paz y sin quejarse, a su regresó volvió sencillamente a cuidar y proveer por los los niños huérfanos sin hogar, allí paso prácticamente el resto de su vida derrochando, amor entrega y ternura hasta su muerte. su carisma de la caridad y hospitalidad, lo vivió a plenitud porque ella sabía que con Dios ¡siempre ganamos!
Únete a nuestro canal de Telegram, información sin censura: https://t.me/canal800noticias