Manila acoge el Silent Film Festival, único en Asia dedicado al cine mudo
EFE
El Silent Film Festival de Manila, único en Asia dedicado al cine mudo, rescatará un año más «joyas olvidadas del género» de España, Filipinas, Japón, Italia, Alemania y Austria, que se proyectarán con música en vivo, como se hacía un siglo atrás.
«Es un festival único, que pone cada año Manila en la escena cultural de Asia», señaló hoy en la presentación del programa de la XIII edición José María Fons, gestor cultural del Instituto Cervantes de Manila, una de las entidades que patrocina el evento.
El festival se inaugurará el próximo 30 de agosto con la proyección de un documental filipino, realizado por Dean Worcester en 1913 sobre la tribu Kalinga, un pueblo indígena filipino que habita todavía hoy en las montañas del norte del país.
Esa pieza de 37 minutos es «uno de los pocos testimonios de cine silente que quedan en el país», indicó Jo Andrew Torlao, del Consejo Nacional Cinematográfico de Filipinas, que organiza el festival.
La banda filipina Munimuni, que incorpora ritmos tribales a su música, será la encargada de ambientar la proyección del documental.
Desde España se proyectará el día 31 el filme «Es mi hombre», una comedia negra de 1926 ambientada en el mundo del juego, los casinos y las mafias de la época.
«Es una película que no fue muy popular en su momento, pero luego su reputación fue creciendo con el tiempo», explicó Fons sobre el metraje, que se proyectará con la música en directo del dúo filipino Tarsius.
Uno de los platos fuertes del festival es «The Downfall of Osen», que se proyectará el día 31, «un lujo de película que no sólo entre los clásicos del cine japonés, sino que forma parte de la herencia cinematográfica mundial», según Fons.
Esa cinta, de 1935 y dirigida por Kenji Mizoguchi, cuenta la historia de Osen, una joven sirvienta obligada por su amo, un vendedor de antigüedades, a ayudarle en sus negocios ilegales.
También se podrán ver en Manila las películas «L’Onestà del Peccato», cinta italiana de 1918 dirigida por Augusto Genina; la alemana «Von Morgens Bis Mitternachts» (1929) de Karlheinz Martin, una adaptación de una obra de teatro expresionista del dramaturgo Georg Kaiser; y la austríaca «Kalif Storch» (1924) de Hans Berger, inspirada en un cuento de Wilhelm Hauff que transcurre en Bagdad.
Además del Instituto Cervantes, patrocinan este festival la Embajada de España, la Filmoteca Española, las embajadas de Italia, Austria y Japón o la Cineteca Bologna, entre otros.