Madrugadores tienen más riesgo de sufrir anorexia, según estudio
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La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que afecta sobre todo a las adolescentes –aunque también puede ocurrir en varones– y que generalmente se inicia entre los 12 y los 18 años, según datos del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, que señalan que, aunque hay estudios que indican que afectaría a uno de cada cien adolescentes, en los últimos años habrían aumentado los diagnósticos.
Un nuevo estudio ha encontrado ahora una conexión entre la anorexia nerviosa y ser madrugador, lo que diferencia a esta afección de otras con tendencia a ser nocturnas, como el trastorno por atracón, la depresión o la esquizofrenia. La investigación ha sido dirigida por científicos del Hospital General de Massachusetts (MGH), en colaboración con el University College London y la Universidad de la República de Uruguay, y también ha revelado un vínculo entre este trastorno alimentario y el riesgo de insomnio.
Investigaciones previas habían sugerido una potencial conexión entre los trastornos alimentarios y el reloj interno del organismo, o reloj circadiano, que controla una variada gama de funciones biológicas como el sueño y afecta a casi todos los órganos del cuerpo. El objetivo del nuevo estudio era comprender mejor esta relación evaluando genes asociados con la anorexia nerviosa, el reloj circadiano y varios aspectos del sueño, incluido el insomnio. Sus resultados se han publicado en JAMA Network Open.
Terapias basadas en el ritmo circadiano para combatir la anorexia
Los investigadores emplearon un método estadístico denominado aleatorización mendeliana para observar cómo los genes asociados con un determinado rasgo influyen sobre otros rasgos de interés. Por ejemplo, al examinar los patrones de sueño de personas con diferencias genéticas que las hacen más propensas a tener anorexia nerviosa, se proporciona evidencia sobre la relación entre la anorexia nerviosa y el sueño.
Encontraron una asociación bidireccional entre los genes asociados con la anorexia nerviosa y los genes asociados con el cronotipo matutino (levantarse temprano y acostarse temprano); es decir, que, según los hallazgos, madrugar podría aumentar el riesgo de tener anorexia nerviosa, mientras que tener anorexia nerviosa podría conducir a despertarse más temprano.
El equipo también encontró una asociación entre la anorexia nerviosa y el insomnio. Cuando estudiaron con más detalle la conexión con el insomnio utilizando el Mass General Brigham Biobank mediante el desarrollo de una “puntuación de riesgo genético” para la anorexia nerviosa, los científicos descubrieron que la puntuación de riesgo genético estaba asociada con un mayor riesgo de insomnio.
“Nuestros hallazgos implican que la anorexia nerviosa es un trastorno matutino, en contraste con la mayoría de las otras enfermedades psiquiátricas nocturnas, y respaldan la asociación entre la anorexia nerviosa y el insomnio, como se ha observado en estudios anteriores”, ha declarado el autor principal Hassan S. Dashti, investigador asistente en el Departamento de Anestesia, Cuidados Críticos y Medicina del Dolor del MGH y profesor asistente de anestesia en la Facultad de Medicina de Harvard.
Los tratamientos disponibles para la anorexia nerviosa tienen tasas de recaída de hasta el 52% y sus causas no están claras, explican los autores, que añaden que este trastorno tiene la segunda tasa de mortalidad más alta de enfermedades psiquiátricas, por lo que es necesario continuar investigando para encontrar nuevas estrategias y medidas que contribuyan a la prevención de la anorexia.