Madre Teresa de Calcuta, defensora de la vida, por María García de Fleury

María García de Fleury

A quien conocemos como la madre Teresa de Calcuta, nació en 1910 en una familia católica de Albania, en lo que es hoy Macedonia del Norte. Desde que era niña decía que quería ser misionera en la India. A los 18 años se unió a las hermanas de Loreto y allí tomó el nombre de Teresa.

Pasó un tiempo en Irlanda como maestra y aprendiendo inglés. De allí se fue a la India, donde después de unos años sintió lo que describió como el llamado dentro del llamado, de servir a los más pobres entre los pobres. Finalmente fundó una nueva congregación religiosa en Calcuta con ese propósito y la llamó las Misioneras de la Caridad.

La madre Teresa se hizo mundialmente famosa a partir de los años 1960, tanto por su trabajo en la India como por las casas de misioneras de la caridad que fundó en otros lugares, incluso en Venezuela y Estados Unidos.

Ganó el Premio Nobel de la Paz en 1979, por lo que el comité llamó su asistencia a los más solitarios, los más miserables y los moribundos sin condescendencia, basada en la conciencia de la dignidad de cada ser humano frente a Dios. Apareció con frecuencia en la lista de las 10 principales mujeres más admiradas del mundo, incluido 18 veces en las encuestas Gallup.

Una encuesta Gallup realizada en 1999 la consideró la persona más admirada del siglo entre los estadounidenses. También recibió críticas, tanto en India como en Occidente, por parte de los que menospreciaban las prácticas médicas de sus hogares para moribundos, los que deploraban su oposición al aborto, a la anticoncepción y la acusaban de impulsar el catolicismo. Murió el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años.

Fue beatificada en el 2003 y canonizada en el 2016. 27 años después de la muerte de la madre Teresa, los miembros de la congregación religiosa que ella fundó dicen que ahora se sienten más cerca de ella que cuando estaba viva, incluso aquellos que la conocieron personalmente.

El legado de la madre Teresa es la combinación de su extrema devoción por los pobres y su espiritualidad, ya que ambas están profundamente entrelazadas. Para los jóvenes, madre Teresa es un modelo de vivir la fe. Ella practicaba lo que predicaba.

Por su parte, los estudiantes se conectan con la madre Teresa porque crecieron viendo su imagen en los medios audiovisuales y saben que ella vivió y murió trabajando para los pobres, haciendo conexión entre la práctica de la fe y la justicia.

Su estilo de liderazgo enfatizaba el altruismo, la humildad, el servicio, y esto ha sido inspiración para muchos y continúa inspirándolos hasta el día de hoy. La madre Teresa en todos los aspectos de su vida fue una generosa dispensadora de la misericordia divina.

Se puso a disposición de todos. Fue una gran defensora de la vida humana, desde la concepción hasta su muerte natural. Se destacó por acoger a todas las personas, por defender la vida de los no nacidos, de los abandonados y descartados.

Proclamaba sin cesar que los no nacidos son los más débiles, los más pequeños, los más vulnerables. Se postraba ante aquellos que estaban agotados, abandonados a morir al borde del camino, porque en ellos veía a Dios.

Madre Teresa, acercándose a ellos, les daba dignidad y decía, nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que volvamos a Él, para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestra vida, sino que es Dios quien tiene el control de nuestra vida y podemos confiar plenamente en Él, porque con Dios siempre ganamos.

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