Luis Aparicio «El Grande» de Maracaibo celebra sus 82 años de vida
AVN
En el popular y tradicional barrio Santa Lucía, de la parroquia del mismo nombre, situada en Maracaibo, en el estado Zulia, nació hace 82 años uno de los orgullos del béisbol profesional en Venezuela, Luis Ernesto Aparicio Montiel, el único venezolano exaltado al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Aparicio, quien vio la luz por primera vez el 29 de abril de 1934, conoció el campo de béisbol desde muy pequeño de la mano de su padre, el también pelotero Luis Aparicio Ortega “El Grande”, quien se desarrolló como jardinero central y campocorto a lo largo de su carrera.
Su vena deportiva comenzó en el fútbol, donde ocupó el puesto de arquero en el club futbolístico Guaraní, pero más adelante el amor por el béisbol lo llevó a formar parte del equipo Valdepino de Caracas, La Deportiva, Garaje La Principal y el de la Policía de Maracaibo.
Fue el 18 de noviembre de 1953, día de la patrona espiritual de los zulianos, la Virgen de la Chiquinquirá, a los 19 años, cuando hizo su debut profesional en un juego entre los equipos Gavilanes y Pastora en el estadio Olímpico, hoy conocido como el Alejandro Borges.
El joven beisbolista recibió de parte de su padre el bate y al entrar al terreno a cubrir la ofensiva, como ceremonia donde el padre le traspasa el legado a su hijo, le fue entregado su guante.
Jugó en su país con Gavilanes BBC, equipo marabino perteneciente a la desaparecida Liga Occidental; Leones del Caracas, Tiburones de la Guaira, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara.
Desde sus inicios mereció distinciones como Novato del año con el equipo zuliano Gavilanes, en 1953; Atleta del Año en 1956, 1959, 1960, 1964 y 1966; Pelotero del Año del Círculo de Periodistas Deportivos en 1959, 1960, 1964 y 1966.
Debuta en las Grandes Ligas el 17 de abril de 1956, pronto a cumplir 22 años. Vistió la camiseta con el número 11 de los Medias Blancas de Chicago en un encuentro con los Indios de Cleveland en el Comiskey Park de Chicago.
Allí conectó un sencillo, evitó un doble y anotó una carrera. En esa temporada obtuvo el premio Novato del Año de la Liga Americana, distinción que por primera vez se la ganaba un extranjero.
Además de jugar con los Medias Blancas de Chicago, lo hizo con los Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston. También lo hizo con Waterloo y Menphis.
Aparicio jugó 18 temporadas con 10.230 turnos al bate, 1.135 carreras anotadas, 2.677 sencillos conectados, 394 dobles, 92 triples, 83 jonrones, 791 carreras impulsadas, 2.581 juegos anotados y 262 puntos de average de por vida.
Asimismo entre sus mayores logros destaca el liderato en bases robadas de la Liga Americana por nueve años consecutivos, con un total de 506 bases robadas, y haber ganado la Serie Mundial con los Orioles de Baltimore en 1966.
El pelotero zuliano, quien participó en 10 Juegos de las Estrellas, dos Series Mundiales y ganó nueve Guantes de Oro, fue inmortalizado en el salón de la Fama el 12 de agosto de 1984, con el 84,62% de las votaciones.
Como manager dirigió a las Águilas del Zulia, a los Cardenales de Lara, a los Navegantes del Magallanes, Tiburones de la Guaira y a Petroleros de Cabimas.
En su honor, un barrio del municipio San Francisco de la entidad zuliana lleva su nombre y desde el 11 de noviembre de 2011 (11-11-11) su ciudad natal celebra el Día de Luis Aparicio, en referencia al número que portaba su uniforme.