Los principales factores que originan los mareos
El término mareo define una gran cantidad de molestias que incluyen la pérdida de equilibrio, desvanecimiento, debilidades o inestabilidad al caminar. Este padecimiento provoca la sensación de que todo alrededor gira sin control. Es habitual asociar los problemas de mareos a patologías cardiovasculares porque sus principales síntomas son el aturdimiento, las palpitaciones y en algunos casos se presentan dificultades al respirar.
También funcionan como una señal de alerta de muchas enfermedades que en ocasiones inician con un mareo. Además, involucra otros aspectos como la edad, los hábitos de alimentación, el estrés y la deficiencia de vitaminas y minerales.
Una de las afecciones más asociadas a los mareos es la anemia. La persona anémica carece de glóbulos rojos sanos para transportar el nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo, principalmente, debido a una falta de hierro que la médula ósea requiere para producir hemoglobina.
En un estudio más reciente del Journal of Pediatrics mencionan que la falta de vitamina D aumenta el riesgo de anemia infantil, esto incrementa el riesgo de déficit de glóbulos rojos en niños sanos propiciando mareos a temprana edad, entre otros síntomas.
En el caso de las personas de la tercera edad, los problemas de mareos generan inseguridad y molestias a nivel general, lo que supone un mayor riesgo de caídas que a su vez derivan en sentir angustia al andar solos en la calle.
Las principales causas de mareo en las personas de la tercera edad se deben a patologías adquiridas en la juventud, así como también a la degradación natural del sistema circulatorio, metabólico, entre otros.
Del mismo modo, los mareos están relacionados a efectos secundarios generados por el consumo de algunos medicamentos. En este último caso, es indispensable que el médico tratante comunique los problemas que sus prescripciones podrían provocar a sus pacientes.
Los mareos son clasificados porque se manifiestan de diversas maneras, como el vértigo que es caracterizado por una sensación de que todo gira alrededor, es la sensación más habitual de todas. Por su parte, el presíncope es reconocido como una percepción de un desmayo o a una caída inminente, usualmente desaparece en el momento de que la persona se sienta o se acuesta.
También destaca el mareo multisensorial que es generado por patologías desarrolladas en los diferentes sistemas del individuo, como lo son el sistema visual y neuromuscular. Otro de los más frecuentes, es el mareo fisiológico que ocurre en personas sanas que atraviesan episodios de movimientos bruscos en vehículos de transportación de todo tipo.
Ante todas las problemáticas detalladas la mejor manera de precautelar la integridad de las personas con estos padecimientos es visitar a un profesional de la salud para establecer el origen de todos los síntomas presentados. De manera que se pueda iniciar el tratamiento más adecuado para cada caso.