Los dos José dieron pan y vivieron el exilio, por María García de Fleury
María García de Fleury
José de Nazaret está prefigurado en José de Egipto. Al que llaman José de Egipto era hijo de Jacob al que Dios le cambió el nombre por Israel, que significa fuerza de Dios, y de su esposa Raquel. Ella falleció dando a luz a su pequeño hijo llamado Benjamín y la enterraron en Belén.
Este joven José siempre vivió la castidad, toda su vida, esto lo mantuvo muy unido al don de la sabiduría, la fortaleza y el dominio de sí mismo. José se caracterizó por tener una serie de sueños, entre ellos el de las espigas que se inclinaban ante él. Cuando se lo comentó sus hermanos convirtió la envidia y los celos en odio y eso fue lo que motivó a venderlo. Cuando lo vendieron los llevaron Egipto y allí estando en la cárcel José interpretó los sueños del panadero y del copero del rey y resultaron exactos como él se los había interpretado.
Luego descifró el sueño del faraón, de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas, y por eso se convirtió en el hombre más poderoso de Egipto, después del faraón.
José salvó a Egipto, a Israel y a todos los pueblos alrededor de una gran hambruna con el trigo que sembró y recolectó durante los siete años de vacas gordas aun en medio de las críticas y las burlas de muchas personas. Luego se dieron cuenta de que él había tenido la razón al trabajar tanto y construir tantos graneros. Terminaron llamándolo el bienaventurado de Egipto porque allí acudían caravanas de todas partes del mundo a comprar el trigo y pagaban con oro y plata. Esto hizo que Egipto se enriqueciera como jamás lo había pensado.
1700 años después en ese mismo, Belén dónde estaba enterrada la mamá de José de Egipto, nació a quién conocemos como José de Nazaret.
José de Nazaret fue un hombre que se mantuvo castro toda su vida y de aquí, de nuevo, el dominio de sí mismo y su fortaleza frente a las dificultades. Hay teólogos qué lo llaman el primer célibe por el reino de los cielos. También él tuvo sueños que lo guiaron en su vida y a través de esos sueños aceptó la voluntad de Dios para él, aceptó ser el esposo casto de María, aceptó adoptar legalmente a Jesús como su hijo, aceptó irse con María y el niño Jesús cuando en sueños supo qué Herodes quería matar al niño. Esto fue un hecho muy significativo porque José, hijo de Israel descendió a Egipto y luego fue Moisés con su pueblo el que sale de Egipto hacia la tierra prometida.
José de Nazaret también descendió a Egipto y subió al nuevo Israel, al Mesías, del país de la esclavitud Egipto a la tierra prometida. José de Nazaret supo remar contracorriente y resolver todas las dificultades que se le presentaron para salvar y cuidar a su familia.
José en Belén que se traduce como la casa del pan, que era la aldea más pequeña de toda Judá. El pan nos da a todos el pan del cielo, el único pan que da la vida eterna y sacia el hambre de todos. Si José de Egipto salgo muchísimas personas dándoles el pan de trigo, José de Nazaret le dio al mundo el pan que baja del cielo. Los dos salvaron a sus pueblo en medio de muchos problemas y dificultades, porque vivieron apegados a Dios y con Dios siempre ganamos.