Lo que debes saber de los alimentos funcionales - 800Noticias
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A pesar de que los alimentos funcionales como leches enriquecidas en vitaminas, margarinas para bajar el colesterol o alimentos sin lactosa, se encuentran presentes en más del 50% de los hogares españoles, presentan dos problemas. Por un lado, casi todas las marcas repiten las mismas formulaciones por lo que los productos son casi idénticos. Por otra parte, muchas de las propiedades saludables que han publicitado los alimentos funcionales durante años no han demostrado estar sustentadas por la ciencia y la UE ha exigido que se retiren decenas de alegaciones saludables como «favorece el desarrollo del sistema inmune», «baja la tensión arterial», «mejora la salud intestinal» o «reduce la osteoporosis » que aparecían en sus envases.

Investigadores de todo el mundo trabajan en el desarrollo de alimentos funcionales ricos en nuevos ingredientes bioactivos. Un grupo de estos son los estilbenos, compuestos entre los que se encuentra el famoso resveratrol, pero también otras moléculas de gran potencial como el oxiresveratrol, pterostilbeno, pinosilvina, gnetol, etc. Sus ventajas son que no forman parte de los alimentos funcionales existentes en las superficies comerciales y que presentan interesantes actividades biológicas.

Los estilbenos son compuestos fenólicos de bajo peso molecular que se sintetizan en una serie de familias de plantas, entre las que se incluyen Vitaceae, Pinaceae, Myrtaceae, Fagaceae, Liliaceae, Moraceae y Papilionaceae. En alimentos los encontramos en uvas, vino tinto, arándanos, algunos frutos secos, etc. y su síntesis depende de varios factores como la respuesta al estrés ambiental como infección por radiación UV, ataque de patógenos, heridas, etc. De hecho, los estilbenos actúan en las plantas como compuestos antifúngicos, permitiendo a estas defenderse de ataques externos.

A pesar de todo el potencial que poseen los estilbenos —se les atribuyen efectos antimicrobiano, antiviral, antioxidante, anticancerígeno, cardioprotector, antiinflamatorio, antidiabético, neuroprotector, inmunológico, etc.—, estas moléculas presentan una serie de inconvenientes para su uso como ingredientes de alimentos funcionales. Entre ellos destaca su baja solubilidad —lo que dificulta el enriquecimiento de alimentos hidrofílicos con estas moléculas—, su baja biodisponibilidad; su facilidad de oxidación, su alteración por agentes físicoquímicos —pH, temperatura, luz…— y la escasez de estudios científicos in vivo que demuestren su efectividad como ingrediente de este tipo de alimentos. Todo lo expuesto ha llevado a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) a no conceder ninguna alegación saludable a los estilbenos.

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