+VIDEO| ¡LLEGÓ LA HORA! Final de Champions Real Madrid – Juventus paralizará al mundo
Agencias
Este sábado Real Madrid y Juventus disputan la final de la Champions League . Después de un tortuoso camino, ambos equipos se citan en Cardiff para elegir el campeón de la máxima competición continental, un título ya ganado por los dos colosos europeos. Dos finalistas poderosos, potentes y convencidos de ganar el título más preciado.
El poderío anímico es arma temible para una cita de esta envergadura, y a ello se agarran sin fijarse en el rival de enfrente. Y es que los dos son terribles cuando ejecutan su ideario.
Es el duelo entre la ‘Vecchia’ (Signora) y la Bestia (blanca), entre el equipo más compacto del continente frente al que más recursos individuales explota en conjunto.
No en vano, el Madrid es el equipo que más veces ha levantado la ‘orejuda’. Hasta en once ocasiones los blancos se han alzado con el título (1956, 1957, 1958, 1959, 1960, 1966, 1998, 2000, 2002, 2014 y 2016), mientras que la Juve lo ha hecho en dos ocasiones (1985 y 1996).
Los transalpinos quieren romper el gafe en las finales europeas (ha perdido seis de ocho) y conseguir el ansiado triplete tras hacerse con Ligay Coppa. Mientras, los blancos encadenan cinco finales consecutivas venciendo y buscan seguir con esta racha triunfal para sumar su duodécima Champions.
Por lo que respecta a la Copa de la UEFA, actual Europa League, los ‘bianconeri’ han podido hacerse con este trofeo en tres ocasiones, por dos del Real Madrid, más habituado a disputar la máxima competición continental. Eso sí, los transalpinos perdieron la última final disputada ante el Parma en 1995 (1-0 y 1-1).
FINAL ABIERTA
Dos filosofías diferentes, aunque con estilos de juego parecidos. Dos equipos construidos bajo conceptos distintos. Los de Allegri se hacen fuertes en bloque cuando pierden el balón, los de Zidane se reactivan cuando lo recuperan.
Un encuentro, este Real Madrid- Juventus, que huele a respeto, de los que se deciden en acciones puntuales. Calidad hay para aburrir en los dos bandos. El que se despiste paga título.
Un duelo de banquillos, de pizarras, de movimientos estratégicos, de negar espacios, de asfixiar ideas, de agotar paciencias, de tensiones desesperantes, de exageraciones, de teatros, de estridencias, de vértigos en las áreas y todo aderezado con mucho talento.
