Falta de protocolos contra el COVID-19 amenaza con dejar a Venezuela sin deportes

800 Noticias | @wandordumont

Al igual que casi todas las actividades deportivas en el mudo han sido pospuestas, suspendidas o reprogramadas debido a la pandemia del coronavirus, en Venezuela también ya empieza a ser un hecho inminente esta realidad.

La situación del país en materia de salud publica es delicada, por lo que los torneos de los principales deportes profesionales, béisbol, fútbol y baloncesto, podrían quedar paralizados en un corto plazo.

Esta posibilidad es más cercana dada la lentitud en la aprobación de los protocolos de bioseguridad para los atletas y en un futuro para los aficionados.

Hasta la fecha el Ministerio del Deporte, la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) y la Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) no han presentado ningún boceto sobre las medidas de higiene para prevenir el contagio de la Covid-19 entre los jugadores. La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) parece estar más adelantada en este tema.

Béisbol

La principal pasión deportiva de los venezolanos prácticamente está con la «cuenta al límite» y en el «último inning».

Fue apenas el pasado martes cuando dirigentes de la Federación Venezolana de Béisbol (FVB) se reunieron por videoconferencia con Pedro Infante, ministro del Deporte. Ese día se estableció que para este viernes 28 de agosto se presenten protocolos para el reinicio de actividades en las academias, organizaciones regionales, municipales y sesiones con los scouts de la Major League Baseball (MLB).

La Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), entre tanto, hizo público un comunicado el pasado 18 de agosto donde admitió la existencia «complicaciones fuera del control» de ese circuito para poder iniciar la temporada 2020-2021 que normalmente comienza en octubre, aunque el año pasado por primera vez el certamen arrancó en noviembre.

El caso de la pelota rentada parece ser el más complicado. Más allá de los protocolos sanitarios y una situación económica deprimida por la falta de patrocinantes, también hay obstáculos en lo relativo a los acuerdos de la LVBP con las Grandes Ligas (MLB, siglas en inglés) y la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC).

Estos convenios exigen a los ocho equipos venezolanos demostrar que no tienen vinculaciones con la administración de Nicolás Maduro, lo que no han podido hacer Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua.

Esto evita que ambos clubes puedan contratar a jugadores que pertenezcan a organizaciones de la MLB, ya que las Grandes Ligas buscan evitar las sanciones del gobierno de Estados Unidos a quienes mantengan convenios y acuerdos con el régimen venezolano.

Fútbol

El balompié nacional ya había iniciado su temporada y hasta con un nuevo formato de liga larga, pero tuvo que paralizarse cuando se decretó el estado de alarma por la pandemia en el mes de marzo.

El tema de los protocolos de bioseguridad para la primera y segunda división se empezó a tratar en el mes de junio, cuando se generaron las primeras flexibilizaciones de la cuarentena por parte del gobierno de Maduro. Pero a pesar de ello aún no se ha llegado a un consenso entre la Liga Futve y la FVF para reanudar las actividades.

La primera propuesta hecha por Liga Futve en junio fue continuar la temporada, la cual tenía 6 jornadas ya disputadas, en una burbuja en los estados Carabobo y Yaracuy, pero no se aceptó esta opción.

Por tal motivo, el organismo planteó iniciar un torneo corto de todos contra todos, a una sola vuelta con sumatoria de puntos. El que obtenga más unidades será el campeón y así se definirá el resto de los clasificados y los cupos a las competiciones internacionales.

En aquel momento, el presidente de la FVF, Jesús Berardinelli, quien falleciera el pasado 5 de agosto, le hizo saber a la Liga Futve que la federación estaba dispuesta a escuchar las propuestas necesarias, siempre y cuando se cumplieran con los requisitos federativos que a su vez están en lineamientos con la FIFA y la Conmebol.

La Liga Futve se comprometió a que todos los equipos aceptaran la iniciativa, pero unos días después el ente retiró su propuesta luego de que la FIFA emitiera un comunicado donde exhortaba al fútbol venezolano a que todos los torneos debían estar avalados por la FVF.

Tras el impasse, solo quedó sobre la mesa la propuesta de la FVF y MinDeportes. La iniciativa para primera división incluye una fecha tentativa de inicio para última semana del mes de agosto o principios de septiembre, en un formato de tres grupos en tres sedes distintas, Valencia y Puerto Cabello en el estado Carabobo y San Felipe en el estado Yaracuy.

Con respecto a la segunda división se establece un formato de tres grupos de siete clubes cada uno, con fecha tentativa de inicio a mediados de octubre.

En el último comunicado de la FVF, publicado sobre este tema el pasado 29 de julio, Lubín Angulo, director de Competiciones del ente, explicó que las fechas mencionadas permitirá a los clubes que no han iniciado sus entrenamientos, ni han efectuado sus pruebas médicas, lo hagan.

“Ya el ministro Pedro Infante tiene en sus manos las propuestas para llevarla a la Comisión Presidencial. De ser positiva, podríamos estar anunciando la fecha exacta de inicio”, dijo tras la reunión con las partes que se realizó en la sede del organismo.

En cualquier caso, la temporada sigue colgando de un hilo y dependiendo de la aprobación o no de la Comisión Presidencial para la Prevención del COVID-19 de la administración de Maduro.

Hasta la fecha, los equipos de primera división ya iniciaron sus entrenamientos, pero Caracas FC, Monagas y Deportivo Táchira en la última semana han detectado casos positivos de COVID-19 durante las sesiones de acondicionamiento y han tenido que poner en cuarentena a las plantillas.

El reinicio lo más pronto posible del torneo local le permitirá a Caracas FC y a Estudiantes de Mérida ganar ritmo de cara a la Copa Libertadores, ya que Conmebol fijó la fecha de retorno y aceptó los protocolos  de salud de ambas oncenas para que jueguen en sus estadios.

Baloncesto

En el caso del llamado «deporte de los gigantes» la Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) aprovechó el parón provocado por el coronavirus para afinar el campeonato nacional, el cual tuvo una expansión, se hizo un cambio de formato y adquirió un nuevo nombre: Superliga de Baloncesto Venezolano (SLB).

Desafortunadamente el arranque de esta nueva etapa, que estaba previsto para el pasado mes de marzo, fue suspendido por la pandemia.

Lo que se conoce por ahora sobre el nuevo torneo es que hay 16 equipos avalados por la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto), ente rector a nivel mundial, y que el formato del torneo estaría dividido en tres conferencias y una ronda de playoffs.

La SLB surge tras dos años del último juego de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB). Desde ese tiempo solo una «Copa LPB» se disputó en 2019, la cual dejó mucho que desear por el desnivel de los equipos y los pocos juegos que se realizaron.

Cuando se dio conocer el nuevo torneo en marzo este año, el presidente de la FVB, Hanthony Coello, quien asumió la dirección de la federación unos meses antes, señaló que espera que «religiosamente» cada mes de febrero de inicio la temporada y estimó que se podrían jugar unos seis meses durante el año para alcanzar los estándares internacionales.

Aunque el tiempo de duración del campeonato es un tema que todavía no se ha tratado abiertamente, nada está claro para la Superliga y el baloncesto venezolano sigue en el limbo, a la espera de «algunos anuncios presidenciales» sobre el tema deportivo, dijo un representante del evento a 800Noticias.

Hay que agregar que ya FIBA confirmó la primera ventana clasificatoria a la Americup, donde Venezuela se medirá contra Argentina en doble jornada. Sin el principal torneo local que nutre a la Vinotinto, el técnico Fernando Duró tendrá una gigantesca misión para competir con éxito en el nivel sudamericano.

Ya lo que le queda al Ministerio del Deporte y a las diferentes federaciones es reactivar en el último trimestre del año cada disciplina lo más rápido posible.

Pro para ello deberá garantizarle a los ciudadanos y a los atletas las medidas de salud adecuadas para evitar la menor cantidad de contagios de coronavirus. La pandemia de esta enfermedad, aunada a la crisis económica que venía mermado la afluencia de aficionados a los recintos deportivos en las últimas temporadas, avizora en las primeras de cambio una tormenta perfecta para las ya golpeadas arcas de los equipos.