Las velas de la Candelaria, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
El origen y explicación bíblica de la fiesta de la Virgen de la Candelaria es porque el 2 de febrero se cumplen exactamente 40 días después de Navidad; se dice que en esta fecha la Virgen María se purificó después del nacimiento del Niño Dios y llevó velas o candelas a la Iglesia para que estás fueran bendecidas, por eso desde entonces se quedó como costumbre acudir a la iglesia cada 2 de febrero para agradecer la llegada de Jesús, qué es la luz del mundo y la forma de hacerlo se simboliza con velas. En aquel entonces la figura central de la celebración era la Virgen María hoy es nuestros días el protagonismo ha pasado al Niño Jesús.
En España una imagen de la Virgen María que representa a la Madre de Dios con el Niño Jesús en brazos y una vela en el otro brazo, fue hallada en una cueva entre los años 1392 y 1400 ala orilla del mar por dos pastores de las Islas Canarias de Tenerife, España.
Tomando en cuenta el antecedente bíblico, el tradicionalmente llamado Día de la Candelaria, Día de las Candelas o Día de las velas es cuando la luz del mundo se manifiesta y se hace evidente para que todos las puedan la ver y disfrutar de ella, es por eso que esta fiesta es conocida y celebraba con diversos nombres, La Presentación del señor, La Purificación de María, La fiesta de la Luz, La fiesta de las Candelas, todo estos nombres expresan el significado de las fiestas: Cristo es la luz del mundo y es presentado por su madre en el templo, viene a iluminar a toda la humanidad como una vela o Candela, de allí la palabra Candelaria.
Hoy día se celebra también ese día como el Día de la vida consagrada a Dios.
Las velas benditas han sido usadas a lo largo de los años por los católicos para apartar el mal, la enfermedad, los temblores, se encendían velas bendecidas durante las tormentas para evitar la caída de rayos, en tiempos de peligro inminente o en el mar se prendían las velas, también durante los partos difíciles se usan las velas benditas.
Además son usadas para andar de noche, evitar el miedo o cuidarse de las Ánimas errantes y eran muy común para llevar en los viajes largos, además los agricultores y ganaderos la llevaban en su bolso para cualquier necesidad.
Esas velas bendecidas el Día de la Candelaria han tenido tradicionalmente muchas utilidades en rituales iglesias eclesiásticos al ser puestas y encendidas junto al sagrario en las Iglesias, en los bautismos. Actualmente se ha hecho un esfuerzo tan sistemático para destruir o al menos para empobrecer los ritos y prácticas exteriores de la religión, que encontramos que hay católicos que se han vuelto insensiblemente extraños a estos admirables sentimientos de fe que solamente la Iglesia en su liturgia historia puede dar al cuerpo de los fieles.
la Iglesia ofrece tantas ricas bendiciones a través de sus sacramentales, que deberíamos aprovechar estos beneficios; estás buenas costumbres de la Candelaria ofrecen a los fieles un medio para dar gloria a Dios honrando la venida de la verdadera luz a quién representan las llamas parpadeantes, porque porque Cristo es la luz del mundo y con Dios ¡siempre ganamos!
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