Las Siervas del Santísimo Sacramento cumplen 125 años de fundadas
Por: María García de Fleury
Esta semana en la que se está llevando a cabo el 52° Congreso Eucarístico Internacional en Budapest, Hungría, coincide con la celebración de los 125 años de la Congregación de las Sirvas del Santísimo Sacramento fundadas por el padre Juan Bautista Castro en Caracas, Venezuela, un grupo de jovencitas adoradoras del Santísimo.
Estas jóvenes, desde finales del año 1892 querían establecer una asociación religiosa que tuviera por vínculo el amor y la devoción al santísimo sacramento, para trabajar por la práctica de las virtudes cristianas y ser útiles a la iglesia, por eso, acudieron al padre Juan Bautista Castro quien le planteó la idea a su vez al arzobispo de Caracas, Monseñor Crispulo Uzcátegui.
Monseñor Uzcátegui aprobó y animó la idea, aunque la consideró muy audaz pero muy provechosa para la iglesia, la idea era dedicarse a vivir el misterio eucarístico y lograr la propia santificación, para esto iban a hacer votos de castidad, pobreza y obediencia, fidelidad a las constituciones y un eficaz servicio a la iglesia a través sobretodo, de la enseñanza de la catequesis y la oración por los sacerdotes.
Se escogió el día 7 de septiembre de 1896 para fundar la congregación, pues es el día en que a iglesia celebra a fiesta de San Tarsicio, el primer mártir de la eucaristía.
El padre Castro eligió entre las señoritas a María del Carmen Benita Rodríguez Díaz para que las dirigiera y le pidió que se cambiara el nombre como Madre Juliana del Santísimo Sacramento, pues Santa Juliana de Cornillon había sido en el año 1251 una religiosa belga que impulsó la devoción pública al santísimo sacramento empeñando sus esfuerzos para que se estableciera en la iglesia una fiesta en honor al Corpus Cristi.
A estas 7 jovencitas el padre Juan Bautista Castro las fue formando en la devoción y el fervor eucarístico, junto a un gran amor a la santísima virgen, fidelidad incondicional al Papa, y otra característica muy importante de la recién fundada congregación fue la de orar continuamente por los sacerdotes y el clero para que vivan su misterio sacerdotal con un servicio al pueblo y a Dios.
Cuando se construyó el santuario a Nuestra Señora de Coromoto en Guanare, la jerarquía del santuario les pidió a las siervas del santísimo que se encargaran del cuido y la devoción a la reliquia dejada por la Madre de Dios al cacique Coromoto; desde entonces tienen una casa de retiro llamada la casa del peregrino ubicada junto al santuario para hospedar a los peregrinos.
El centro de la devoción de las siervas del Santísimo Sacramento es la eucaristía, el culto al santísimo, hacerlo, expresarlo, propagarlo y testimoniarlo, para ello también la catequesis tiene colegios, casas hogares buscando llenar los corazone
s de las personas del amor a Cristo porque ellas saben que con Dios ¡siempre ganamos!