Las protestas bajan de intensidad en Bolivia en coincidencia con un día festivo
EFE
Las protestas en Bolivia por la sospecha de fraude electoral tuvieron una incidencia bastante menor este sábado comparado con días anteriores, en coincidencia con la festividad de los difuntos, una tradición muy arraigada en el país.
Los bloqueos de calles en ciudades como La Paz o Cochabamba fueron de menor grado que a lo largo de la semana y con una repercusión menor al ser jornada festiva, con apenas marchas salvo casos como una por el centro paceño o una caravana de motos en la ciudad amazónica de Trinidad, pero sin ser masivas como en jornadas precedentes.
Según la tradición, cada 1 de noviembre, las almas de los difuntos llegan a la tierra de los vivos a visitar a sus familiares quienes les esperan con una diversidad de masas, frutas y comida y la «visita» se extiende hasta el mediodía del 2 de noviembre.
Los comités ciudadanos que promueven las movilizaciones en otras ciudades como Sucre, capital del país, esperan retomarlas con mayor intensidad a partir del lunes y en Santa Cruz, la mayor urbe boliviana, tienen previsto para la noche hora local una asamblea para definir nuevas medidas de protesta.
Un bloqueo del basurero en Santa Cruz por parte de afines al presidente boliviano, Evo Morales, fue respondido por detractores del mandatario depositando basura frente a entidades estatales y negocios de políticos oficialistas.
Morales minimizó la repercusión de las movilizaciones en Santa Cruz a «mil, dos mil personas», en una ciudad de más de millón y medio de habitantes.
El mandatario llamó el pasado jueves a cesar las protestas, tanto de quienes piden su renuncia al denunciar fraude en las elecciones del 20 octubre como a los sectores afines que se movilizaban en su apoyo, después de que el día antes fallecieran dos personas en enfrentamientos entre ambos.
Una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) inició el jueves una auditoría del proceso electoral, que se espera que dure unos doce días, pero que rechazan la oposición y los movimientos cívicos contrarios al presidente por considerarla pactada con el Gobierno para excluirles de la investigación.
El órgano electoral realizó este pasado viernes la firma de los resultados que dan la victoria a Evo Morales, un formalismo previsto en el cronograma electoral, y advirtió de que no es posible anular los comicios como pide una parte de la sociedad boliviana.
El detonante de las sospechas de manipulación del voto fue el día después de la votación un repentino cambio de tendencia del cómputo provisional, que pasó de prever una segunda vuelta entre Morales y el opositor Carlos Mesa a augurar un triunfo en primera ronda del mandatario boliviano.