Las consecuencias físicas de la anorexia
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Hay consecuencias físicas de la anorexia nerviosa que son obvias, como la delgadez, pero también hay trastornos internos que dependen de esta mala ingesta, como la anemia. Te lo contamos en este artículo.
Los trastornos alimenticios suponen un gran problema para la población mundial actual. Cada vez hay más personas que sufren anorexia o bulimia nerviosa. Y lo peor es que, además de secuelas psicológicas, todos ellos acarrean numerosas consecuencias físicas.
La anorexia nerviosa es una percepción distorsionada de la imagen corporal de uno mismo. Las personas que la padecen tienen un gran temor a aumentar de peso, a pesar de tener un índice de masa corporal bajo. Esto les lleva a reducir la ingesta de alimentos, o incluso a dejar de comer.
Se estima que este trastorno afecta casi a un 2 % de la población. Su incidencia es mucho mayor en mujeres, y en especial en la etapa adolescente. Esta patología está muy influida por los cánones de belleza de la sociedad y por la autoestima.
El problema es que es un trastorno muy difícil de abordar y controlar. Los casos extremos llegan a la muerte por inanición y deterioro de las funciones corporales. En este artículo te explicamos las principales consecuencias físicas que puede tener la anorexia.
¿Cómo se manifiesta la anorexia?
Las personas que sufren anorexia nerviosa tienen temor a aumentar de peso. Suelen estar obsesionadas con adelgazar, y para ello realizan cualquier cosa que disminuya la ingesta calórica.
Lo más frecuente es que controlen excesivamente la comida, o que incluso dejen de comer. Muchos casos se caracterizan por tratar de comer a solas para poder tirar los alimentos. Evitan la observación de los demás y realizan sus prácticas en secreto.
Algunos utilizan laxantes, diuréticos o enemas para eliminar toda la comida que ingieren. Incluso, se provocan el vómito o realizan ejercicios extremos. Lo que intentan es bajar de peso a toda costa, pues creen que van a engordar o que no están delgados.
Por eso, las personas con anorexia tienen un aspecto físico deteriorado. Además de la delgadez extrema, están cansadas, pálidas y se desmayan con frecuencia. En el caso de las mujeres, uno de los síntomas es la pérdida de la menstruación.
Consecuencias físicas de la anorexia
El estado de malnutrición que se deriva de la anorexia repercute en todo el organismo. Las consecuencias físicas son innumerables, y no es necesario que la persona haya alcanzado un peso extremo para que aparezcan.
Por ejemplo, una de las consecuencias más precoces es la anemia ferropénica. Al no comer lo suficiente, el cuerpo no puede obtener el hierro que necesitan los glóbulos rojos para transportar correctamente el oxígeno. De ahí también procede parte de la sensación de cansancio. Los síntomas de la anemia aparecen como signos agregados a los otros cuadros clínicos que se desprenden de la desnutrición.
Lo mismo ocurre con la pérdida de masa muscular y ósea. Como los huesos se hacen cada vez más frágiles, hay un mayor riesgo de tener fracturas ante cualquier caída o golpe. Además, puede haber problemas cardiovasculares, como arritmias.
Los electrolitos
Hemos señalado que la anorexia puede ser mortal, y esto no tiene por qué deberse solo a la falta de peso. Otra de las consecuencias de la anorexia es que se produce un desequilibrio en los electrolitos de nuestro cuerpo.
El sodio, el potasio y el calcio son necesarios para que se mantenga un equilibrio en nuestro interior, pero también para que el corazón pueda funcionar. Cuando los electrolitos se alteran, el ritmo cardíaco puede modificarse y detenerse, conllevando la muerte.
Las consecuencias psicológicas
Las consecuencias psicológicas pueden ser nefastas. Muchas personas que sufren anorexia tienen pensamientos suicidas o tratan de autolesionarse. Por eso es muy importante tratar con suma delicadeza este trastorno.
El apoyo comunitario y de redes de sostén es clave para evitar desenlaces fatales. El germen de la anorexia nerviosa parte de una mala concepción corporal que no está en la vista, sino en la percepción. Por eso el aspecto psicológico desempeña un papel clave.
Abordaje multidisciplinario para la anorexia
No debemos olvidar que cualquier trastorno alimenticio, además de suponer un gran impacto mental, también conlleva muchas consecuencias a nivel físico. Es esencial que el tratamiento de enfermedades como la anorexia tengan un enfoque multidisciplinar y en conjunto.
Lo físico, lo psicológico y lo social se entrelazan en patologías de este tipo, y pretender soluciones mágicas es un error. Tanto el compromiso de los equipos de salud, como el de las redes sociales directas, son el punto de apoyo para combatirlas.