La Virgen del Socorro de Valencia ayuda a sus fieles, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
El 13 de noviembre se celebra la fiesta de la virgen del Socorro de Valencia, en Venezuela, se parece a la Virgen de la Dolorosa pero no lo es, sus raíces vienen del sur de España y las celebraciones en su nombre están llenas de manifestaciones culturales, incluyendo misas criollas y peregrinaciones por toda la ciudad de manera de agradecerle su intervención frente a Dios para ayudar a sus hijos que la invocan.
Su historia está llena de eventos sobrenaturales que llamamos milagros; su rostro dulce, sereno a pesar de reflejar dolor ha acercado a miles de personas a buscar su protección como la madre de Dios; es el caso por ejemplo de lo que le sucedió al doctor José María Morales, dueño de la farmacia Miranda que una noche medio dormido le preparó un remedio a un señor que solicitaba medicina para su hijo.
Cuando el señor se fue, el doctor Morales se dio cuenta de que lo que le había dado era veneno para ratas y muy angustiado comenzó a pedirle a la virgen del socorro, “¡haz algo para que no le den al niño ese veneno!”.
Al rato, tocaron de nuevo la puerta y era el mismo señor diciendo: “Disculpe doctor, pero no sé cómo tropecé, me caí y el frasco se rompió, ¿puede darme de nuevo otro remedio?”. El doctor Morales se puso de rodillas, le dio infinitas gracias a la virgen del socorro por el milagro que acababa de suceder, le preparó el remedio adecuado, el señor se lo llevó a su hijo y el muchacho se salvó.
Los valencianos recuerdan que en el siglo XVII debido a una gran sequía se estaban perdiendo las cosechas. Seguros de que la Virgen del Socorro iba a interceder por ellos frente a Dios para enviarles la lluvia, decidieron sacarla en procesión y junto con el obispo Antonio Díaz madroñero que estaba de visita pastoral en Valencia, hicieron oraciones pidiendo por agua en el sector denominado el jobo; de repente rezando el Ave María, cuando iba por “ruega por nosotros Santa Madre de Dios…”, a los pies del obispo comenzó a brotar una pequeña fuente de agua pura y cristalina, todavía sigue brotando agua de allí. A este milagro se le conoce como el milagro de El Jobo.
En los recuentos de la historia de Venezuela, a principios del Siglo XX, Pedro Pérez Delgado se alistó para luchar junto a José Manuel Hernández, que se conocía como el mocho Hernández en contra del general Juan Vicente Gómez. Pedro Pérez Delgado cargaba siempre con él un escapulario con cruz de espada y el escudo de la Virgen del Socorro, protectora de los guerreros; antes de iniciar cada batalla rezaba y le pedía ayuda a la Virgen del Socorro.
Durante los 10 años que luchó en distintas batallas al grito de “¡Padre Santo ayúdanos, Mae Santa ayúdanos!”, combatió con gran éxito, por eso lo llamaban “Maisanta”.
Este grito de “Mae Santa ayúdanos”, lo escuchaban todos los soldados que lo seguían y les infundía ánimo. Maisanta, pidiendo la protección de la Virgen del Socorro, jamás murió en batalla. Pedro Pérez Delgado conocido como Maisanta y tantos miles de personas que han invocado a la virgen del Socorro pidiendo su ayuda y protección frente a Dios, han triunfado porque saben que ella es la Madre de Dios y con Dios ¡siempre ganamos!