La transfiguración, por María García de Fleury
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La transfiguración de Jesucristo nuestro señor Dios y salvador se celebra cada año el 6 de agosto la fiesta conmemora cuando Cristo cambia de forma en el Monte Tabor, se apareció en su gloria divina frente a los apóstoles Pedro, Santiago y Juan. A esto es lo que se llama una teofanía, una manifestación de Dios, los evangelios hablan de esta transfiguración como un momento importante en la vida de Jesús y evidencia de su divinidad.
Esta transfiguración ocurre aproximadamente 3 años después de que Jesús había reunido sus apóstoles ellos les estaban siguiendo el les había enseñado habían visto sus milagros, habían hecho milagros en su nombre sabían algo palpable y objetivamente Gente sobre el poder y la realidad de quién era Jesús y sin embargo cuando empezó a hablar de morir los discípulos quedaron impactados y empezaron a preguntarse si él era realmente el Mesías. Por esa razón Jesús llegó a 3: Pedro, Santiago y Juan a un monte alto, apartado; lejos de los demás apóstoles y comenzó orar. Una montaña alta es a menudo un lugar de revelación divina en las escrituras, al llegar al tope de la montaña llamada Tabor le pidió los discípulos que oraran pero ellos se quedaron dormidos. Cuando se despertaron vieron a Jesús de pie con 2 personajes al lado Moisés y Elías, Jesús en el centro tenía un indescriptible brillo que es una manifestación de luz y gloria lo vieron transfigurado.
La transfiguración de Jesucristo fue una poderosa demostración de su naturaleza divina en la manifestación de su gloria que Jesús poseía antes de venir a la tierra en cuerpo humano los apóstoles dieron a Cristo en medio de Moisés y de Elías. Moisés representa la ley en todos los que murieron antes de la Encarnación de Cristo. Por su parte, Elías representa a los profetas, y como no experimentó la muerte, representa a todos los que están vivos en Cristo, su presencia demuestra que la ley los profeta, los vivos y los muertos todos dan testimonio de Jesús como el Mesías, el cumplimiento del Antiguo Testamento.
La Santísima Trinidad se manifiesta con Cristo transfigurado el Padre hablando desde el cielo, el Espíritu Santo en forma de luz deslumbrante rodeando a Cristo y cubriendo el monte. Ese momento de la transfiguración de Cristo demuestra que él es Dios, la nube resplandeciente, el resplandor del rostro de Jesús como el sol y la blancura de su manto revelan que Jesús es Dios.
El Padre da testimonio desde el cielo acerca de su hijo diciendo este es mi hijo amado, escúchenlo. Al decir: escúchenlo, está diciendo que las enseñanzas de Cristo, ni ayer, ni hoy pueden ser cambiadas, ni adaptadas al momento en que se está viviendo como si fueran una moda, las enseñanzas de Cristo son las enseñanzas del mismo Dios que no vino al mundo a dar un mensaje para un momento sino para siempre, due eso no habla como un gran sabio, ni como un gran maestro, Jesús habla como Dios, por eso en un momento Jesús dijo el cielo la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán las palabras de Cristo son palabras de Dios y no pueden ser consideradas como algo que puede cambiar hoy tengamos por cierto que Cristo dio el mandamiento del amor hábense los unos a los otros como yo los he amado, vivamos el mandamiento del amor entre todos porque esa es la voluntad de Dios que no cambia y con Dios siempre ganamos.
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