La que enseñó a rezar: “Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío”, por María García de Fleury
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Santa Margarita María Alacoque fue una religiosa francesa de la congregación de la visitación a quien Jesús se le apareció a partir del 27 de diciembre de 1673 muchas veces mostrándole su sagrado corazón abierto diciéndole » He aquí el corazón que tanto amado a los hombres y que no se ha ahorrado nada hasta extinguirse y consumarse para demostrarle su amor, en reconocimiento no recibo de la mayoría sino ingratitud».
En adoración al santísimo sacramento Margarita María tuvo el privilegio particular de las primeras de las manifestaciones visibles de Jesús que se repetirían dos años más todos los primeros viernes del mes. Las extraordinarias visiones con que favorecían causaron al principio incomprensiones, juicios negativos, hasta cuando por disposición divina fue puesta bajo la dirección espiritual del jesuita el padre Claudio La Colombière.
Margarita recibió del señor tres armas necesarias en la lucha que debía emprender para lograr la purificación y transformación; Primero una consciencia delicada con un profundo odio y dolor ante la más pequeña falta, la segunda la Santa obediencia y la tercera su Santa cruz.
A partir de la primera revelación Margarita María sufrió todos los primeros viernes del mes, una reproducción de la misteriosa llaga del costado, cosa que le sucedió hasta su muerte. Jesús le reveló a Margarita María que ahí donde tuviera expuesta su imagen del sagrado corazón y lo honrara, él esparciría sus gracias y bendiciones, pues, estaba deseoso de favorecer a los hombres en estos últimos siglos, a fin de apartarlos del imperio de satanás.
En la tercera revelación le pidió la comunión reparadora de los nueve primero viernes de mes y le dijo «Te prometo en decisiva misericordia de mi corazón que mi amor omnipotente concederá a todos los que comulguen 9 primeros viernes de mes seguidos la gracia de la penitencia final, no morirán en desgracia y sin haber recibido sacramento, mi divino corazón será su asilo seguro en el último momento».
La cuarta revelación pidió que el primer viernes después de la octava de Corpus Christi se celebrara con una fiesta especial para honrar su sagrado corazón, que se comulgaran para pedirle perdón y reparar los ultrajes que ha recibido durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares.
Estas revelaciones difundidas y conocidas en el mundo entero son un mensaje muy actual gratificándonos que con Dios sigue amándonos y que la devoción al corazón de Jesús responde más que nunca a las expectativas de un mundo cada vez más alejado de Dios, que busca desesperadamente razones para la esperanza, un mundo que solamente va a encontrar consuelo en el corazón enamorado de Jesús que late de amor por todos los hombres y mujeres.
Margarita María Alacoque falleció el 17 de octubre del año 1690, vivió 18 años como religiosa en medio de muchas dificultades y sufrimientos, aún así supo cumplir su misión de dar a conocer y fomentar la devoción al santísimo corazón de Jesús, enseñando a repetir «Sagrado corazón de Jesús en vos confío, Sagrado corazón de Jesús en vos confío», porque ell estaba convencida de que con Dios siempre ganamos.