La prevención del cáncer de mama llega hasta los cielos de Ecuador
EFE
Seis mujeres sobrevivientes al cáncer de mama han mostrado las cicatrices de sus mastectomías durante un vuelo en Ecuador realizado este martes con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia del autoexamen mensual del seno.
Denominado «vuelo Pinktate», esta iniciativa tuvo como protagonistas a seis mujeres que desfilaron por el angosto pasillo de un avión que viajó entre Quito y Loja, una hora de vuelo, para mostrar sus «cicatrices de honor» adornadas con mandalas «llenas de simbolismo».
La directora ejecutiva de la campaña, Catalina Chiriboga, contó a Efe que estos dibujos geométricos «son algo positivo y feliz, que cubre sus cicatrices de honor con orgullo, una forma artística de empoderarlas y hacerlas sentirse lienzos hermosos con sus cuerpos».
Una vez que el avión llegó a los 25.000 pies de altura, la tripulación anunció el inicio del evento, y las sobrevivientes se quitaron sus vestimentas para lucir los diseños dibujados sobre sus pechos y cicatrices, a fin de enseñar a los otros pasajeros cómo debe realizarse la autoexploración de mama e incentivar a realizarlo cada mes.
«Ellas llevan el mensaje de que el autoxamen mensual puede salvar vidas, que la detección oportuna ayuda a bajar los índices de mortalidad», resaltó Chiriboga.
Una de las participantes, Lourdes Álvarez, explicó a los medios que acompañaban el viaje que el objetivo de la iniciativa es «sensibilizar a las mujeres a que nos hagamos el autoexamen el 19 de cada mes».
«No nos toma más de diez minutos autoexplorarnos y así evitar más muertes, porque no se puede impedir el cáncer, pero sí podemos salvarnos detectándolo a tiempo», dijo.
Álvarez subrayó que las participantes quieren «dejar una huella diferente, que las mujeres recuerden en las alturas que es importante cuidarnos, protegernos y examinarnos».
Otro de los objetivos, comentó, es animar a las mujeres a abrirse y no sentir vergüenza por esa enfermedad: «Nosotras nos estamos mostrando con nuestras cicatrices tal y como somos. A pesar de nuestros dolores y nuestros diagnósticos, estamos cumpliendo nuestros sueños, algunas de nuestras compañeras están viajando por primera vez en avión».
«Queremos que la gente nos mire y nos acepte tal y como somos, que mire al cáncer como una enfermedad que se puede prevenir», defendió esta mujer.
Al salir del avión, en el aeropuerto de Catamayo, a las afueras de Loja, las seis supervivientes salieron mostrando el pecho y con camisetas rosas alusivas al grupo Pinktate y saludaron desde la escalera del avión, sin bajarse, a los medios y a la gente.
A continuación volvieron a entrar para regresar a Quito tras haber dejado sus testimonio ante los demás pasajeros.
Esta nueva acción de Pinktate, que en agosto pasado iluminó de rosa la emblemática virgen que corona el Panecillo, en el sur de Quito, está dedicada a prevenir el cáncer de mama en la mujer.
Para poder llevar a cabo la iniciativa de altos vuelos, se alió con la Fundación de Jóvenes Contra el Cáncer y Aeroregional.
Según las cifras del Ministerio de Salud Pública (MSP) entre los años 2012 y 2017 aproximadamente 3.000 mujeres fallecieron por cáncer de mama y «más del 90 % pudieron salvarse si se hubiera detectado a tiempo la enfermedad», indicó la organización.
El cáncer de mama es, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la onceava causa de muerte en las mujeres del país, y de todas las muertes causadas por esta enfermedad, que también se da entre varones, el 99,3 por ciento corresponde a las mujeres.
Por ello, la directora ejecutiva de la campaña Pinktate, Catalina Chiriboga, manifestó su deseo de que el mensaje que han lanzado este martes llegue a todo el país, «y si lo podemos llevar desde el cielo esperemos que nos escuchen más».