La polémica terapia de electrochoque con la que tratan a niños con autismo severo
BBC
La terapia de electrochoque -en la que una pequeña corriente o pulsación eléctrica pasa a través del cerebro y causa una convulsión- hoy no se usa tanto como lo hacían a mediados del siglo pasado.
Sin embargo, ahora, y de forma controversial, es empleada en Estados Unidos y otros países como posible tratamiento para niños con autismo severo que sufren un trastorno de automutilación.
Jonah Lutz es un niño autista y, cuando era más pequeño, a menudo se golpeaba a sí mismo con bastante violencia.
Su madre, Amy, sostiene que si no fuera por la terapia de electrochoque, su hijo debería estar recluido para siempre en un hospital, para su seguridad y la de su familia.
La terapia, también conocida por sus siglas TEC, se hizo famosa por la película de 1975 «One Flew Over the Cuckoo’s Nest» («Atrapado sin salida» en América Latina), protagonizada por Jack Nicholson.
Este filme, en el que un grupo de enfermos son torturados con esta práctica, dejó la creencia popular de que era un tratamiento de bárbaros.
Pero para Amy, la versión moderna de la TEC es casi milagrosa.
«La TEC transformó la vida de nuestro hijo y por supuesto la nuestra«, explica.
Se estima que uno de cada 10 niños que tienen autismo severo se golpean a sí mismos, lo que les causa a menudo heridas serias como narices rotas y desprendimiento de retina.
Y lo peor es que no se sabe por qué. Algunas teorías sugieren que es una reacción de ansiedad por el exceso de estímulos sensoriales, otros por la frustración por lo mucho que les cuesta comunicarse.
Lo cierto es que aunque la TEC alivia los síntomas, no es una cura. En Estados Unidos esta terapia se ha estado usando -y desarrollando- en los últimos diez años en niños como Jonah.