La Nochevieja, por María García de Fleury
María García de Fleury
Llegando el momento del fin de año hay quienes recurren a una serie de practicas para tener buena suerte durante el año. Recurren a supersticiones como lanzar caracoles, ponerse ropa de un color determinado, salir con una maleta corriendo, entre otras cosas.
El interés de quienes creen en distintos tipos de supersticiones o en consultar las estrellas se debe a que no conocer a Dios, porque el propio Cristo dijo que el futuro esta solamente en las manos de Dios, Jesús dijo «no anden tan preocupados ni digan, tendremos alimentos, qué beberemos, tendremos ropa para vestirnos, los que no conocen a Dios se afanan por esas cosas, pero el padre del cielo, el padre de ustedes sabe que necesitan todo eso, por lo tanto busquen primero, el reino de Dios y su justicia y todo se te dará».
Dios condena las supersticiones con una forma de adoración equivocada y contraria a su corazón, aunque alguna de estas personas hable de Dios, la Biblia y hasta de Jesucristo, la Biblia dice que tales practicas son producto de una mente y un corazón corrompidos por la maldad y el desvío de Dios.
San Pablo dijo en su carta a los Romanos en el capitulo 1 versículo 25: «Y cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las creaturas antes que al creador» y la biblia agrega en el libro de Isaías: «Te sentías seguro en tu maldad, tu sabiduría y tu ciencia se te subieron a la cabeza, hasta tal punto que pensabas, Yo y nada más, pero te va a ocurrir una desgracias, una calamidad caerá sobre ti y no pudras hacerle el quite… Dé repente te va a pasar algo muy grave en lo que no pensabas, quédate pues con tus encantamientos y tus numerosas brujerías a las que te has dedicado, a ver si te ayudan en algo o puedes con ello atemorizar a la desgracia».
Todas las formas de adivinación deben rechazarse, el recurso de satanás, los demonios, la evocación de los muertos la consulta de los horóscopos, la astrología, la piromancia, la interpretación de presagios y de suerte, en si hacen una evolución de poder sobre el tiempo, la historia y finalmente los hombres, a la vez que un deseo llegue a granjearse en la protección de poderes ocultos, todo eso en contradicción del honor y el respeto, mezclado de temor amoroso que debemos solamente a Dios y nada de la falta de Fe en el Dios verdadero, son personas que se olvidad que es con Dios con quien ¡siempre ganamos!