La historia de Paul Alexander, el hombre que vivió con un pulmón de acero
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Paul Alexander experimentó un momento crucial en su vida a los seis años, cuando despertó aterrorizado dentro de un gran tubo de metal, del cual solo sobresalía su cabeza. Este incidente marcó el comienzo de una lucha contra la tetraplejia, causada por un grave ataque de polio que lo dejó paralizado y dependiente de un pulmón de acero para respirar. A lo largo de más de siete décadas, Paul se convirtió en la persona que vivió más tiempo con este dispositivo en la historia.
La polio, una enfermedad que se desató a finales del siglo XIX y principios del XX, afectó a muchos niños en esa época. En un hospital de Texas en 1952, Paul compartió experiencias con otros niños en situaciones similares. Aunque los médicos dudaban de su futuro, sus padres tomaron la valiente decisión de llevarlo a casa con su pulmón de acero para que pudiera pasar sus días en paz.
El pulmón de acero, un dispositivo que utiliza presión negativa para ayudar a los pulmones a respirar, se convirtió en una parte esencial de la vida de Paul. Durante los cortes de energía, los vecinos lo ayudaban a mantener el dispositivo funcionando manualmente. Con el tiempo, Paul aprendió técnicas de respiración alternativas, como la respiración glosofaríngea, que le permitieron vivir períodos más largos fuera del pulmón de acero.
A pesar de los desafíos, Paul continuó su educación y se graduó en derecho. Durante su tiempo en la universidad, enfrentó obstáculos únicos debido a su dependencia del dispositivo. Sin embargo, logró graduarse y ejercer la abogacía en el centro de Dallas, donde sorprendió a muchos clientes con su determinación y fuerza de voluntad.
A lo largo de su vida adulta, Paul se enfrentó a la difícil tarea de cuidar de sí mismo, a menudo dependiendo de cuidadores improvisados para satisfacer sus necesidades básicas. Su hermano Philip fue una fuente constante de apoyo y admiración, al igual que otros amigos y cuidadores que lo rodearon.
En 2015, cuando su pulmón de acero comenzó a fallar, Paul se encontró en una situación crítica. Gracias a la ayuda de Brady Richards, un experto en reparación de dispositivos médicos, pudo salvar su vida una vez más. La valentía y la resiliencia de Paul lo convirtieron en una inspiración para muchas personas en todo el mundo, y su legado perdurará mucho tiempo después de su fallecimiento.
Con información de BBC News Mundo
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