La Gran Barrera de Coral ya no es un patrimonio en peligro
EFE
La Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo situado en el noreste de Australia, ha quedado fuera de la lista de patrimonio «en peligro» de la Unesco, aunque sigue a merced de «graves amenazas» que atentan contra su conservación.
La Unesco reconoció los esfuerzos en los últimos doce meses de las autoridades australianas para preservar a la Gran Barrera, aunque insistió en que se necesitan adoptar «acciones urgentes y sostenidas» para fortalecer la resiliencia de este vasto ecosistema, según el borrador de un informe publicado en la noche del lunes.
La Unesco también instó al cumplimiento de las 22 recomendaciones dadas el año pasado, diez de ellas prioritarias, para mejorar los problemas de pesca comercial con redes de enmalle y la calidad de las aguas, que se han deteriorado por culpa de la agroganadería, entre otros aspectos.
El borrador destaca los «importantes avances» realizados en materia de cambio climático, calidad del agua y pesca sostenible, que sitúan al arrecife en una senda más sólida y sostenible, destacaron el primer ministro australiano, el laborista Anthony Albanese, y su titular de Medio Ambiente, Tanya Plibersek, en un comunicado publicado este martes.
La Unesco también consideró que volverá a evaluar la situación de la Gran Barrera el próximo año durante la reunión del Comité del Patrimonio Mundial.
El acecho de la crisis climática y el Niño
«Si no cumplimos los objetivos del Acuerdo de París, todos los arrecifes de coral del mundo son vulnerables», admitió el Gobierno laborista, que desde que subió al poder en 2022 ha puesto en marcha medidas para proteger la Gran Barrera en cumplimiento de sus promesas electorales para luchar contra la crisis climática.
Por su lado, la filial australiana de la ong WWF exigió hoy al Gobierno que redoble sus esfuerzos para proteger a la Gran Barrera, ya que los científicos y expertos alertan de otro blanqueo masivo de corales en el verano austral por culpa del fenómeno de El Niño y de la crisis climática.´
«La lucha contra el cambio climático también es crucial para el futuro del arrecife. Para que el arrecife tenga una oportunidad de luchar (por su supervivencia)», dijo hoy en un comunicado el jefe de Océanos de WWF-Australia, Richard Leck.
Un futuro incierto
El arrecife, con una extensión de 2.300 kilómetros en la coste oriental de Australia y reconocida como Patrimonio de la Humanidad desde 1981, se encuentra amenazado por la crisis climática que ha provocado seis episodios de blanqueamiento de coral por el calentamiento de sus aguas desde 1998.
Desde 2010 el Comité del Patrimonio de la Humanidad ha venido manifestando su preocupación por el estado de la Gran Barrera, pero ha evitado en dos ocasiones (2013 y 2021) clasificarla como «en peligro», lo que amenazaría su estatus de Patrimonio de la Humanidad y de paso su atractivo turístico.
La Gran Barrera aporta unos 6.000 millones de dólares australianos (4.015 millones de dólares estadounidenses o 3.655 millones de euros) a la economía nacional y supone el sustento de unas 64.000 personas que trabajan en esta zona protegida de 348.000 kilómetros cuadrados.
Hogar de 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, la Gran Barrera comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de CO2 en la atmósfera.
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