La final de nuestras vidas, el ‘best seller’ sobre el histórico Boca-River
EFE
El periodista deportivo Andrés Burgo se convirtió en cronista de un mes de pura «irracionalidad» futbolera en su libro «La final de nuestras vidas», en el que relata el histórico enfrentamiento de Boca Juniors y River Plate, enemigos íntimos en Argentina, en la final de la Copa Libertadores 2018.
«River-Boca, final de Libertadores, incidentes con barras bravas (ultras), interna policial, la Conmebol agregándole más realismo mágico al llevar el partido a Europa… Fue una final muy sudamericana, muy argentina, muy exagerada… y que ganó River», resume Burgo en una entrevista con Efe este jueves en Buenos Aires.
La editorial Planeta propuso al porteño escribir este libro en unas condiciones un tanto atípicas.
«Se llamó a un escritor de Boca, Juan José Becerra, y me llamaron a mí, que soy periodista identificado con River, por decirlo de alguna manera, y ahí se resolvió que el equipo ganador iba a tener un libro», explica el periodista, que colabora con medios como El País.
Por suerte para él, River salió vencedor de una final histórica y su obra ya se encuentra en los escaparates de las librerías y se sitúa en el primer puesto de ventas de libros de no ficción.
En «La final de nuestras vidas», el autor intercala un registro periodístico como observador neutral con testimonios en primera persona como hincha de River Plate.
En un repaso histórico, el periodista argentino revela que ambos equipos vivían una situación de fraternidad alrededor de los años cuarenta.
Según su testimonio, a partir de la aparición en los 80 de los barras bravas, ultras del fútbol argentino, y las primeras muertes, la relación entre River y Boca empieza a romperse de manera «absoluta».
«La historia de River y Boca es un poco la historia de Argentina también, de cómo la sociedad en un momento empezó a fragmentarse y al hermano de al lado lo empezó a mirar con cierto recelo y a veces como un enemigo», cuenta Burgo.
Por ello, confiesa que el tanto del millonario Gonzalo ‘Pity’ Martínez al Gremio en la semifinal de la Libertadores fue «uno de los goles más agónicos de la historia de River», ya que clasificaba al equipo y muchos hinchas no querían que se diese una final entre los dos gigantes futbolísticos del país.
Para Burgo, en Argentina cada vez se vive peor, por lo que la gente «se aferra» a su club y «se genera una identidad con el equipo de fútbol que en muchos casos es exagerada», por lo que el partido «termina siendo mucho más importante de lo que debería ser».
«La gente iba al médico y se chequeaba, las parejas que se casaban hablaban con el ‘DJ’ para que pasen un pantalla para ver el partido, había una especie de tráfico de ansiolíticos para aguantar durante el partido y que no te pase nada… Éramos todos grandes haciendo cosas de chicos. Era bastante irracional la situación», afirma el periodista.
Tras el empate a dos en la cancha de Boca Juniors, la vuelta en el Monumental quedó suspendida después de que aficionados de River rompieran a pedradas los cristales del autobús rival y los jugadores bosteros quedasen impedidos por las heridas y los gases lanzados por la policía.
Andrés Burgo considera que lo sucedido ese 24 de noviembre fue una mezcla de dos factores: «La irracionalidad, la barbarie y la locura de los hinchas de River, y un operativo policial que ‘hizo todo lo posible’, por acción o por omisión, adrede o no, para que eso pasara».
«Yo tengo 44 años y hay pocas cosas que me hagan más feliz que ir a la cancha. Ahora, al mismo tiempo sé que hay un riesgo, que comparto tribuna con delincuentes y comparto club con dirigentes que avalan por indefensión o por acción a esos delincuentes», comenta el autor en relación a las barras bravas.
Sin embargo, sostiene que para su erradicación no solo basta con la decisión de los clubes, sino también de la política, ya que «las barras bravas no son una cuestión de delincuentes al margen de la sociedad, son el sistema» y son «mano de obra» de los políticos durante la semana.
Que la Conmebol decidiese que la vuelta del enfrentamiento se jugase en Madrid «hizo más irreal un partido que ya era irreal», opina Burgo, que no duda de que en esa decisión se debe a intereses económicos.
Pese a la negativa inicial, viajó a Madrid «porque el hincha es irracional» para ver a River Plate coronarse campeón de Sudamérica gracias a su victoria 3 a 1.
De este modo, siete años después de escribir el libro «Ser de River en las buenas y en las malas» cuando el equipo descendió a segunda división, Andrés Burgo publica la historia del mayor éxito de la historia en los 118 años del club.