La Ética en la política y el derecho, por María García de Fleury - 800Noticias
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Por María García de Fleury

Hablar sobre ética y moral en la actividad profesional se ha convertido en algo controversial en muchas ocasiones, tomando como modelo al patrono de los políticos y los abogados, Santo Tomás Moro, caemos en cuenta de que él se destacó por su ferrea defensa de la conciencia y de la verdad; con frecuencia decía que el hombre no puede ser separado de Dios ni la política puede ser separada de la moral.

Los aspectos morales no son ajenos ni a los políticos ni a los abogados como personas, sino que forman parte de la actividad profesional. En el caso de los abogados y políticos permiten la lealtad para con sus clientes, para con sus seguidores y así llevar a cabo la solución de conflictos entre las partes de forma segura y verdadera.

Tanto el buen político como el buen abogado están llamados a regirse por una ética donde existan principios y valores tales como la honradez, que implica la convicción de que estás haciendo lo correcto, cumpliendo plenamente con los deberes sin necesidad de incurrir en actos abusivos, inmorales o dudosos para obtener el resultado que buscas. Otro punto es la buena fe, siguiendo las estructuras y patrones aceptados por la sociedad del país o región donde se ejerce, con el convencimiento propio de qué es lo que se debe hacer.

Diligencia, es fundamental que el político y el abogado sean metódicos y organizados.  Justicia, es reconocer el derecho de cada individuo a ser tratado por igual, sin que ello dependa de sus circunstancias, ayudar a que cada uno pueda ejercer sus derechos sin penalizar los de los demás, la justicia verdadera, resuelve unos conflictos y evita otros.

Libertad e independencia, actuar sin estar limitado por lo que piensen los demás , significa pensar por uno mismo asumiendo con responsabilidad las decisiones que se toman. Dignidad, el buen profesional está llamado a respetarse a sí mismo tanto como individuo como por la labor profesional que desarrolla y exigir a los demás el debido respeto que deberían tenerle.

Respeto es tener en cuenta las necesidades creencias y valores de los demás sin juzgarlos no tiene porqué estar de acuerdo con ellos, pero si se deben acatar las normas vigentes y guardar las debidas consideraciones hacia el resto de los colegas, funcionarios e instituciones públicas. La lealtad implica utilizar medios legítimos para asegurarse de que los intereses que te confían están salvaguardados, aunque no tengas el resultado deseado.

Todos estos principios y valores los puso e práctica Tomás Moro en su tiempo,  sabía que el derecho es un instrumento de la política y a su vez una estrategia de control social. Tener ética profesional persigue un bien común, pues contribuye a que el profesional entienda que el beneficio colectivo está por encima de su interés personal, esto fue lo que demostró Tomás Moro al fijar su posición muy clara en referencia a la presión que le hacía el rey para que quebrantará sus principios éticos.

Tomás Moro prefirió ser puesto preso y eventualmente morir decapitado a tergiversar su conciencia porque sabía que Dios está primero, obedecer a Dios es más importante que obedecer o complacer a los seres humanos, porque es con Dios con quién ¡siempre ganamos!

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