La escasez de fondos empeora la crisis humanitaria en 14 países
EFE
La escasez de fondos amenaza con empujar a millones de personas a pasar hambre y empeorar las crisis humanitarias que sufren al menos 14 países, alertó este miércoles la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La agencia, con sede en Roma, informó en un comunicado de que ha recibido menos del 30 % de los mil millones de dólares (unos 856 millones de euros) solicitados este año para atender urgentemente a 33 millones de personas en todo el mundo, un porcentaje que baja al 6 % en algunas crisis en concreto.
Entre los 14 países en situación de emergencia donde la FAO ha obtenido menor financiación (de menos del 16 % de lo requerido) destacan Libia, Corea del Norte, Siria, Haití y Ucrania.
En África preocupan los casos de la República Democrática del Congo, Sudán, la República Centroafricana, Níger y Camerún, mientras que en Asia escasean los fondos sobre todo en Irak, Bangladesh, Afganistán y Birmania, según un informe difundido.
«Tenemos que actuar ahora para ofrecer intervenciones urgentes y medios de subsistencia para salvar vidas», enfatizó el director de Emergencias de la FAO, Dominique Burgeon, que instó a los donantes a aportar recursos para «evitar un mayor deterioro de la seguridad alimentaria en algunas de las crisis más desatendidas de 2018».
El informe recoge las necesidades humanitarias de comunidades como las de los pastores en el Sahel, que hacen frente a los efectos de la sequía del año pasado y al aumento de la inseguridad en la región.
En Sudán, por ejemplo, los altos precios de los alimentos se unen a la temporada de carestía, el desplazamiento de la población y la pobreza, entre otros problemas, mientras que en Siria la sequía en algunas zonas podría agravar el impacto de años de conflicto y mermar todavía más la producción agrícola.
La FAO reclama 120 millones de dólares (unos 103 millones de euros) para intervenir en las situaciones más críticas y ayudar a 3,6 millones de personas en lo que queda de año.
Su respuesta de emergencia incluye semillas de cultivos, piensos, rehabilitación de infraestructuras hídricas, campañas de vacunación del ganado y transferencias de dinero en efectivo a cambio de trabajos en el campo.
