La educación nutricional hay que comenzarla desde el útero
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La profesora titular de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela, Rosaura Leis, experta en nutrición humana, ha asegurado que la educación nutricional «hay que empezarla desde el útero», ya que «esto condiciona las preferencias alimentarias del niño y facilita un estilo de vida saludable a largo plazo».
«De hecho, la alimentación de la mujer y del hombre en edad fértil va a marcar la alimentación del niño y la salud de este y de toda la sociedad», ha asegurado Leis. Así se ha pronunciado durante el primer foro centrado en nutrición y salud organizado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). Para la experta, es necesario continuar con una lactancia materna y, a partir de ahí, introducir la alimentación complementaria con indicaciones pediátricas seis meses después.
Luego, ha proseguido, «llega el momento de que el niño se siente a comer en la mesa familiar». Leis ha hecho hincapié en la importancia de este momento, ya que «el niño adquiere sus preferencias alimentarias en función de lo que se ofrece en la mesa familiar». Sin embargo, pese a que en este punto la dieta ya debe ser variada y con productos de proximidad, «sabemos que esta no es todo lo saludable que debería», ha advertido.
Por ello, a su juicio, la educación nutricional «debe ir más allá de la familia». En este sentido, Leis aboga por introducir en el currículo escolar asignaturas sobre el estilo de vida saludable. «La alimentación no es el único factor que influye a la hora de llevar una vida sana, pues hay que tener en cuenta otros como el sueño, la actividad física y el ocio activo», ha afirmado.
Por ello, Leis defiende que la escuela debe contribuir a que el niño «interiorice» en su vida diaria lo que es un estilo de vida saludable, «ya que esto va a tener repercusión en su vida adulta y en los primeros años de vida».
En este sentido, la experta alerta de que, a día de hoy, se observan en las consultas patologías en la edad pediátrica «impensables hace años», como tensiones elevadas, colesteroles elevados y diabetes tipo 2, además de sobrepeso y obesidad.
Por otro lado, a colación de la tendencia actual de reducir el consumo de algunos alimentos, como aquellos que contienen gluten, por tener la percepción de que «sientan mal», la experta en Nutrición ha sentenciado que «la impresión personal no es un diagnóstico clínico».
«Restringir un alimento de la dieta puede estar cambiando nuestro patrón alimentario, y nos pone en riesgo de déficit de nutrientes», ha alertado. «En caso de restricción médica, necesitamos de la recomendación de los especialistas nutricionistas, que sean ellos los que nos indiquen cómo hacer en caso de restringir un grupo de nutrientes», ha aconsejado Leis.
LA DIETA VEGANA DURANTE EL EMBARAZO, MEJOR CON SUPERVISIÓN
Por su parte, la nutricionista Paloma Quintana, también presente durante el debate, ha asegurado que llevar una dieta vegana durante el embarazo «no tiene ningún riesgo, sino todo lo contrario, siempre y cuando la mujer sea bien asesorada».
«Es algo que nos encontramos con mucha frecuencia en las consultas. Ya el hecho de que vengan es bueno, porque garantizamos que esa alimentación vegana sea los más saludable posible», asegura Quintana. «El problema es que se han estudiado dietas veganas muy mal planificadas», advierte la nutricionista.
«Existían muchas dudas al respecto y se podían llegar a padecer carencias nutricionales. Por ello, que esas madres acudan a un especialista es algo muy positivo. Hay que concienciar de la importancia de trabajar en el antes, teniendo unas consideraciones muy especiales», ha abundado la experta.