En el libro del Génesis, capítulos I al III encontramos que desde el comienzo de la creación, Dios había planeado cuidadosamente un ambiente idílico para la humanidad: agua fresca, tierra firme, toda clase de verduras, frutas, todas las criaturas del campo, las aves de cielo, las criaturas del mar, nuestra creador dio todo lo que era necesario para sustentar la vida humana.
En el sexto día, Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz al viento de vida, y vio Dios que no era bueno que estuviera solo y coreó un complemento perfecto: unió al hombre, Adán con la mujer, Eva como esposo y esposa.
Luego, Dios los puso en un jardín maravilloso. El jardín del Edén rodeados por un verde magnificente, abundancia de comida de agua, Dios los animó para tomarán libremente de todo árbol que había en el Edén, excepto uno, el árbol de la ciencia del bien y del mañ y les advirtió: «Si toman de ese árbol morirán».
Escuche la historia que narra María García de Fleury completa, aquí:
