La consagración de Rusia y Ucrania, por María García de Fleury
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El viernes 25 de marzo de 2022, día de la anunciación del Ángel a la virgen María donde le pregunto si ella quería ser la madre de Dios, el papa Francisco presidirá una celebración penitencial en la basílica de San Pedro y durante la ceremonia consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, pues está decidido a poner todo en manos de la Virgen María.
Este acto de consagración es una invitación a encender la llama de la esperanza en un momento de oscuridad de la historia de la humanidad. Necesitamos luces y la consagración es una llama de esperanza para todos, sobre todo para Rusia y Ucrania. Una luz que nunca se ha apagado en nuestros corazones, pero que debemos hacerla brillar con mayor intensidad buscando convertir nuestros corazones a Cristo.
En Fátima nuestra señora reveló en junio de 1917 a los tres pastorcitos qué Jesús quería establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Estas palabras fueron repetidas al mes siguiente, el 13 de julio de 1917, en el contexto del gran mensaje que contenía el secreto. En esa oportunidad no dijo Jesús, sino Dios, pues es el señor mismo quién decía que se establezca en nosotros y en el mundo entero en estos tiempos la devoción al Corazón Inmaculado de María.
Así podemos estar seguros de que está devoción Mariana viene directamente del cielo, es voluntad expresa de Dios emanada de su infinita misericordia. Y prometió la Virgen diciendo: «Ven a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis deseos Rusia se convertirá y habrá paz, si no esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia».
El sentido de esta consagración que va a realizar el Papa el próximo 25 de marzo es precisamente el de convertir nuestro corazón a Cristo, de volver a poner a Cristo en nuestra vida. Cristo es el príncipe de la Paz. Es quién reúne a los pueblos.
Es interesante saber que los católicos en Rusia han acogido el deseo del Papa de consagrar a Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María con gran entusiasmo, como un gesto de apoyo a la esperanza de ser pacificadores en el mundo entero.
El Papa eligió a Roma y a Fátima como los dos lugares centrales para realizar la consagración, invitando a todas las conferencias episcopales y a todos los obispos del mundo a unirse para consagrar a Rusia y Ucrania desde el lugar donde se encuentren.
Dios siempre perdona. Jesús siempre está dispuesto a acoger a los artesanos de la paz. Cristo ama a todos los pacificadores, porque el pacificador es el que tiene la capacidad de perdonar y Cristo está dispuesto ofrecer su perdón sin límite a cualquier persona que esté dispuesto a pedir perdón y corregir su conducta acercándose a Dios.
No solamente a los obispos están llamados a unirse a esta consagración de Rusia y Ucrania, sino también todos los laicos y personas de buena voluntad el día 25 de marzo, qué será a las 5 de la tarde hora de Roma y a las 12 del día hora de Venezuela.
El mundo necesita paz. Pidamos todos juntos a Dios está paz con mucha fe, porque Jesús dijo: «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre allí estoy yo en medio de ellos» y agregó: «Bienaventurados los que trabajan por la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios» y con Dios siempre ganamos!
