La cancha de los Ángeles Lakers, el templo del «inmortal» Kobe Bryant
EFE
Para los miles de angelinos y seguidores acérrimos de Kobe Bryant, la leyenda de uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA será «inmortal» en el que fue su templo durante 20 temporadas: el Staples Center, la cancha de Los Ángeles Lakers.
«Nos duele a todos; aunque no seamos parte de su familia. Pero lo llevamos en el corazón. (…) Este hombre ya inmortalizó», señaló en declaraciones a Efe Mauricio Ayala, un fan que asegura haber visto «la mayor parte» de los más de 33.000 puntos de Bryant.
A escasos metros de Ayala, una pareja de unos sesenta años de edad se enfunda en un abrazo que dura cerca de un minuto, mientras otros seguidores contemplan en silencio la emotiva escena.
Todo ocurre en una de las entradas del estadio de los Lakers, minutos antes de que empiece el primer partido del equipo tras la muerte de uno de los emblemas de la franquicia.
Algunos piden que el pabellón pase ya a llamarse de manera oficial «Kobe Bryant Center», o algún nombre por el estilo que homenajee al importante jugador de la franquicia, fallecido el pasado domingo en un fatal accidente de helicóptero junto a una de sus hijas, Gianna, y otras siete personas.
La pequeña ‘Gigi’, de hecho, también es protagonista en camisetas, dedicatorias, fotografías y hasta en los paneles que han instalado los Lakers en los aledaños del estadio antes del encuentro contra los Blazers de Portland.
El silencio de la zona de «culto» a Bryant se rompe cada ciertos minutos cuando algunos seguidores entonan «¡Kobe, Kobe!», o algún cántico en su recuerdo.
«Es una pérdida muy grande, algo que no se podrá olvidar. Siendo de aquí, un fan de los Lakers… No lo puedo explicar con palabras», dice a Efe visiblemente dolido Daniel García, que va acompañado de su mujer y sus hijos, todos vestidos con la indumentaria oficial del equipo.
A medida que se acerca el inicio del partido, la marea dorada y púrpura, los colores de los Lakers, se hace cada vez más grande en la esquina de las calles Figueroa y Chick Hearn.
Predominan, con gran diferencia, los dorsales 8 y 24, números que usó Bryant en su dilatada carrera en el equipo de la ciudad que lo acogió como un hijo más, a pesar de que él nació hace 41 años en Filadelfia, al otro extremo de EE.UU.
Luz Gallego, una de las mayores seguidoras de Bryant, según sus palabras, lamentó en declaraciones a este medio el dolor que debe estar pasando Vanessa Bryant, de origen mexicano, como ella.
«Uno se pone en el lugar de la mamá con la pérdida de Kobe… Es una tristeza muy grande. Esperamos que la familia supere y pueda levantarse lo antes posible de este dolor tan grande», dice.
«Igual que todos sus fans -continua- aquí presentes. Hay mucha gente que verdaderamente le quería mucho».
Las alabanzas generales tienen, sin embargo, excepciones.
Una chica grita que Kobe es un «violador», refiriéndose a la violación que cometió en 2003 a una joven de 19 años. Rápidamente, la gente a su alrededor le pide que guarde silencio «porque este no es el momento».
Otra mujer de mediana edad lanza al aire una teoría infundada, que repite por activa y por pasiva asegurando que no está «loca»: «Trump ordenó a Pelosi que matara a Kobe Bryant para que la actualidad estuviera lejos del ‘impeachment'».
Como toda teoría conspirativa, es difícil de creer; pero en este caso, es imposible dado que la demócrata Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara Baja, es uno de los principales dolores de cabeza a nivel político de Donald Trump.
Polémicas aparte, la inmensa mayoría de Los Ángeles parece perdonar a Kobe Bryant su delito sexual y lo ensalza como un «Dios» del baloncesto y de la NBA que será «inmortal» en el Staples Center.