Justicia para todos?, por María García de Fleury
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La Biblia enseña que Dios es un Dios de justicia, para algunos la justicia es dar a cada unolo suyopara otros la justicia consiste en actuar según las leyes, pero si las leyes son injustasquien obedece a la ley no puede ser justo.
La justicia implica un apoyo continúo, total entre todos los miembros de la sociedad sin excluir a nadie. En cierto sentido la justicia no puede existir sin solidaridad, una solidaridad que nace desde el respeto a todos y de modo especial del reconocimiento de los derechos de los más débiles.
Otros piensan que la justicia consiste en respetar los pactos y no hacer violencia contra las personas, pero enseguida surgen las preguntas que significa ser persona, todos los seres humanos son personas? es justo dañar o eliminar al hijo no nacido porque aún no tiene reconocimiento legal, porque aún no es persona, un enfermo terminal es persona y si un enfermo terminal se considera no persona que era antes de enfermarse. Qué pasa cuando los pactos son injustos un acto de justicia es un acto de intervención para los desamparados, un acto de defensa para aquellos que son demasiado débiles para defenderse.
San Pablo en su primera carta, los Corintios, y dice que Jesucristo es nuestra justicia, porque rescató a la humanidad del pecado y la muerte cuando no teníamos nada para ayudarnos si Dios hace justicia, su pueblo espera que su gente haga justicia, unos a otros Jesús, dijo seamos misericordioses como su padre y misericordioso en el capítulo siete de San Mateo Jesús agrega a hagan a los demás como te gustaría que hicieran contigo, Ámense.
El aborto y la eutanasia son lo opuesto a estas enseñanzas de Dios, revierte en la justicia, porque es una destrucción de los indefensos, en lugar de un rescate de ellos, la justicia implica descubrir que también el enfermo merece nuestro apoyo, porque siempre es alguien digno de respeto, aunque no produzca nada, aunque parezca un peso, cada ser humano vale por si mismo, apreciar una vida humana, simplemente en función de su productividad, desde un cálculo de su calidad de vida o de los costos cuidarla y mantenerla, implica a entrar en una mentalidad injusta que puede llevar a experiencias tan dramáticas, como las que llenaron de horror a la Europa, dominada por los totalitarismos nazi o comunista.
Cada persona tiene una misión en la vida dada por Dios, el que no lo entendamos no significa que no la tiene todos estamos llamados a velar por la justicia a luchar para que a nadie se le quite sus derechos fundamentales, a trabajar para que la solidaridad se aleje entorno, en torno al cual gire toda la vida social de los estados y del Mundo.
En esta etapa de globalizaciones y de cambios la justicia dejará de ser un sueño para convertirse en algo real, concreto, vivo en fuente de armonía y de paz, en manantial de respeto y de apoyo a todos y cada uno de los seres humanos que viven en nuestro mundo, porque todos hemos sido creados por Dios con un propósito, con una misión respetar a Dios.
Con Dios siempre ganamos.