Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús, por María García de Fleury
por: María García de Fleury
El mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, la iglesia celebra esta solemnidad el viernes siguiente al segundo domingo después de Pentecostés. La devoción del Sagrado Corazón de Jesús es una maravillosa expresión histórica de la piedad de la iglesia; la iglesia de Cristo que es su esposo y Señor, exige una actitud fundamental de conversión y reparación, de amor y de gratitud, de compromiso apostólico, de devoción e incluye la limosna, la consagración y la reparación.
Los catpolicos practicaron esta devoción al Sagrado Corazón de Jesús en privado durante siglos, la devoción creció cuando Jesús se apareció a Santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII y vivió entre 1647 y 1690, una monja francesa que jugó un papel decisivo en la difusión de la devoción al Sagrado Corazón después de que tuvo varias visiones de Jesús a partir de 1673, cuando Jesús le pidió que estableciera una fiesta especial en honor a su sagrado corazón.
En uno de sus mensajes Jesús le pidió una fiesta para su Sagrado Corazón y le dijo así «por esta razón pido que el primer viernes después de la octava de la fiesta de Corpus Cristi, sea separado como fiesta especial para honrar mi corazón comunicando ese día y reparando la indignidad que ha recibido y les prometo que mi corazón se ampliará para derramar abundantemente las influencias de su amor sobre todos aquellos que le dan este honor, y hagan que otros hagan lo mismo».
El Sagrado Corazón de Jesús representa su amor por la humanidad, como el inmaculado Corazón de María, el Sagrado Corazón introduce en la vida interior de Cristo; la devoción al Sagrado Corazón de Jesús inspira a recordar cuánto nos ama Jesús, al mismo tiempo que crece nuestro deseo de amarlo de vuelta.
Especialmente necesitamos amarlo con tantos que no saben acerca de su amor o lo rechazan rotundamente. Jesús le dijo a Margarita María en 1675 «aquí está el corazón que tanto ha amado a los hombres, que nada ha ahorrado, hasta agotarse y consumirse para dar testimonio de su amor y en recompensa recibo la mayor parte, solamente ingratitud por su ireverencia, sacrilegio, frialdad y desprecio que me tienen en este sacramento de amor».
Además de la celebración litúrgica, muchos ejercicios devocionales están relacionados con el Sagrado Corazón de Jesús; de todas las devociones fue y sigue siendo una de las más difundidas y populares de la iglesia. Entendido a la luz de las escrituras, el término Sagrado Corazón de Jesús denota todo el misterio de Cristo, la totalidad de su ser completo y su persona, considerada en su esencia más íntima como hijo de Dios, sabiduría, caridad infinita, principio de la salvación y santificación de la humanidad.
El Sagrado Corazón de Jesús es Cristo, verbo encarnado, salvador que contiene intrínsecamente en el Espíritu un infinito amor divino y humano por el padre y por los hermanos. La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es una expresión de nuestra fe en la misericordia de Jesucristo y nuestra manera de expresar nuestra gratitud por la misericordia y amor, porque todos sabemos que con Dios ¡siempre ganamos!
