Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Todo el mes de junio la iglesia celebra el mes del Sagrado Corazón de Jesús, una devoción que ha existido desde los primeros tiempos de la iglesia, desde que se meditaba en el costado y el corazón abierto de Jesús desde donde salió sangre y agua, de ese corazón nació la Iglesia y por ese corazón se abrieron las puertas del cielo.
La devoción hacia Dios es la más alta expresión de nuestro amor, Dios le dijo a Moisés “el primero de todos los mandamientos es amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas”.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús como la conocemos hoy comenzó en el siglo XII, no fue sino hasta 1673 cuando la hermana Margarita María de Alacoque, canonizada en 1920, comenzó a recibir visiones del Sagrado Corazón de Jesús, esas visiones le ocurrían a Santa Margarita María periódicamente durante el transcurso de dos años.
Durante las visiones, Santa Margarita habló con Jesús y de las muchas cosas que él le dijo, agregó: “Quiero que se dé a conocer la imagen de mi corazón para que la gente recuerde mi amor y mi misericordia”.
En otra visión Jesús le pidió a Santa Margarita que animara a las personas a recibir la comunión con frecuencia, especialmente el primer viernes de cada mes, y quien comulgara los nuevos primeros viernes seguidos década mes, aunque fuera una sola vez en la vida, tendría su ayuda y asistencia en el momento de la muerte. Además, Jesús quería que se estableciera una hora santa, con la esperanza de que más personas desarrollaran una devoción más fuerte por él.
La visión final tuvo lugar en 1675, Jesús se había entristecido porque mucha gente no apreciaba su infinito amor y misericordia, Jesús quería que se estableciera un día especial como reparación para todos aquellos que han sido ingratos con su amor y misericordia, por eso le pidió a Santa Margarita María que trabajara en el establecimiento de la fiesta del Sagrado Corazón, el día de la fiesta se estableció formalmente en 1965 para que se celebrara el viernes siguiente, al segundo domingo de pentecostés.
Actualmente la misa del primer viernes se celebra en muchas parroquias el primer viernes de cada mes, y es común que una parroquia celebre ese día con adoración eucarística, bendición, confesión y oraciones especiales.
La Iglesia católica dedica el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús para que veneremos, honremos e imitemos más intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las personas. Estamos invitados a demostrarle a Jesús a través de las obras cuanto lo amamos, cuanto lo quisiéramos amar, correspondiendo a su gran amor demostrado al entregarse a la muerte por nosotros sus hijos, quedándose en la eucaristía y enseñando el camino a la vida eterna.
Por eso amigos, repitamos muchas veces al día sobretodo en este mes de junio: “Sagrado Corazón de Jesús en ti confío, Sagrado Corazón de Jesús en ti confío”. Celebrar el Sagrado Corazón de Jesús es celebrar el amor, Dios es amor y con Dios ¡siempre ganamos!
