Jumping fitness: el entrenamiento de moda
ABC
Aunque esta modalidad se fraguó hace casi 20 años, el interés por el Jumping Fitness se ha intensificado desde que la actriz Eva Longoria comenzó a compartir en sus redes sociales (cuenta con más de ocho millones de seguidores en Instagram) algunos de sus avances en esta disciplina con la que asegura que complementa sus rutinas de ejercicios desde hace varios meses.
Este sistema de entrenamiento físico dinámico incluye combinaciones de saltos rápidos y lentos, variaciones de pasos aeróbicos tradicionales, sprints dinámicos y elementos de «power sports» que se practican sobre una cama elástica (trampolín) hexagonal sin muelles, según explica Enrique Navarro, master trainer de Jumping Fitness en España. Así, en las coreografías (que se aconseja realizar siempre guiadas por un profesional) es posible encontrar desde pasos básicos como el ‘jogging’, el ‘tep’ o el ‘basic jump’ hasta otros más exigentes como los ‘stompings’ o el ‘side to side’. Estos últimos ejercicios permiten intensificar la actividad física en muy poco tiempo.
La variedad de saltos y movimientos que pueden realizarse en una sola coreografía se aprecia en este breve fragmento que compartió recientemente en su Instagram la actriz Eva Longoria.
El carácter lúdico del Jumping Fitness es uno de los aspectos más valorados de este sistema con el que, según afirma Navarro, se trabaja la agilidad, la potencia, la resistencia y la velocidad si se realiza correctamente. Otra de sus ventajas, según revela el master trainer, es que durante la práctica se combinan los diferentes niveles de intensidad pasando desde el aeróbico de baja intensidad hasta el de alta intensidad, pasando por una intensidad media, lo que hace que, según asegura, resulte un ejercicio efectivo para la quema de grasas.
Trabajo intenso en el tren inferior
Los constantes cambios de gravedad hacen que en cada coreografía puedan llegar a intervenir hasta 400 músculos, según explican en Jumping Fitness. Aunque los grupos musculares más tonificados son los que están situados en las piernas, los glúteos y el core, el master trainer de esta disciplina aclara que también se trabajan los dorsales y los hombros debido al efecto del movimiento y a la tensión creada al realizar los movimientos.
Una vez que se haya perfeccionado la práctica de ejercicios básicos sobre la colchoneta (o trampolín) también es posible utilizar accesorios como mancuernas, gomas o bandas elásticas. Y también, según propone Navarro, se puede usar el trampolín (o colchoneta) como un elemento más dentro de un entrenamiento de crosstraining o entrenamiento funcional.
En cuanto a los posibles riesgos que conlleva la práctica, David Rodríguez, distribuidor de Jumping Fitness en España, asegura que el trampolín absorbe el impacto hasta en un 80% para que las articulaciones no sufran, si bien es importante aclarar, según revela Alfonso M. Arce, experto en fitness y autor del blog ‘Que la fuerza te acompañe’, que esta modalidad de entrenamiento debe tomarse con precaución porque pese a tener ventajas a la hora de proteger la salud articular, puede ser peligrosa para tu suelo pélvico. «La fuerza del rebote de la cama elástica multiplica nuestro peso y exige un elevado grado de propiocepción para mantener activa toda la musculatura pélvica. Si sientes ganas incontrolables de orinar o incluso se produce algún tipo de pérdida, son señales claras de que esta práctica no te va nada bien», comenta.
Cómo surgió esta disciplina
El origen del Jumping Fitness se remonta a 2001 cuando dos jóvenes instructores de aerobic, Jana Svodova y Tomas Burianek, exploraban fórmulas para enriquecer sus prácticas deportivas en Tabor, en la República Checa.
Durante un tiempo estos dos jóvenes entrenadores checos experimentaron con una cama elástica circular, integrándola en los ejercicios mediante la inclusión de pasos aeróbicos y saltos. Incluso llegaron a acoplar un manillar a la cama elástica como método de apoyo en los ejercicios más complicados, dando lugar así a la primera fase de los llamados trampolines jumping. Estos, sin embargo, se han ido perfeccionando con la evolución de la práctica a lo largo de los años y en la actualidad este tipo de entrenamiento se practica en 28 países.