Jóvenes de Uganda, ejemplo de verdadera juventud, por María García de Fleury - 800Noticias
800Noticias
Religión

800 Noticias / Maholy Meneses

El Cardenal La Villery, obispo de Cartago, promovió eficazmente el apostolado misional en África, instituyendo a los misioneros de África conocidos con el nombre de padres blancos. Llegaron Oganda en el 1878, y establecieron una misión llamada Santa María de Rúagua, donde comenzaron de manera muy eficiente la evangelización.

El propio rey Wanga fue educado por los padres blancos; cuando el joven rey descubrió un intento de atentado, decidió rodearse de cristianos, y así gran parte de su corte estuvo compuesta por jóvenes cristianos bautizados, con algunos de los cuales estableció una auténtica amistad. Entre ellos estaba Carlos Loanga.

Los políticos y los brujos locales empezaron a ver que su poder estaba comprometido por el poder del evangelio y buscaron la forma de corromper al rey con vicios, lujuria, corrupción. El rey trató de que los jóvenes de su servicio entraran también en todos los vicios, pero ellos se negaron diciendo que iba en contra de la religión de Cristo.

El rey insistía y los convocó preguntándole «¿Tienen ustedes la intención de seguir siendo cristiano?», y todos respondieron, «Seremos cristianos hasta la muerte». Furioso, el rey ordenó que los apresaran y ejecutaran en un lugar llamado Namugongo, a sesenta kilómetros de distancia.

Uno de los jóvenes era hijo del Verdugo, Este les rogó para que se escapara, pero el joven no aceptó la propuesta de su padre el Verdugo. Varios de los jóvenes fueron bautizados en prisión por Carlos Loanga.

El tres de junio de 1886, día de la Ascensión, fueron sacados de prisión, ordenados en fila y les prendieron fuego; al hijo del verdugo, le dieron un golpe en la cabeza para que no sufriera al ser quemado. Todos murieron proclamando el nombre de Jesús y diciendo «pueden quemar nuestros cuerpos, pero no pueden dañar nuestras almas». Otro de ellos llamado Bruno Sererunkuma, dijo antes de morir: «un manantial que tiene muchas fuentes nunca se secará, y cuando nos vayamos, otros vendrán detrás de nosotros».

Amigos, habían pasado apenas ocho años del inicio de la siembra de la semilla del evangelio de Jesucristo en Uganda, cuando sucedió el martirio de estos gloriosos mártires de la iglesia.

Su entrega y sacrificios marcaron el inicio de la nueva época del cristianismo, no solo en Uganda, sino también en el resto del continente Africano, y son ejemplos de fe, vida y de esperanza.

Al poco tiempo, multitudes de personas acudían a los misioneros solicitando el bautismo, transformando a Uganda en uno de los territorios cristianos más florecientes por sus laicos devotos, sus catequistas, sus religiosos, religiosas, su clero indígena, muchos de ellos familiares de los 22 mártires.

Gracias a la abundancia de vocaciones a la vía consagrada y a la vía sacerdotal, la iglesia africana ha podido mandar y sigue mandando a sus hijos como un misionero a otros continentes.

Carlos Luengas fue nombrado por el Papa Pío XI patrono de la juventud de la África cristiana, pues él, junto con los otros jóvenes católicos, reconocieron que como dice el evangelio, es más importante servir a Dios que servir a los hombres. Estos jóvenes vivieron y murieron, sabiendo que con Dios siempre ganamos.

Únete a nuestro canal de Telegram, información sin censura: https://t.me/canal800noticias