José Gregorio Hernández también fue escritor - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

José Gregorio Hernández era un hombre de gran riqueza cultural, además del español, hablaba y leía inglés, francés, alemán, portugués, italiano, a lo que agregó también el latín y algo de griego.

En su generosidad compartió sus conocimientos, por eso escribió trece ensayos científicos y en su deseo de educar y formar cultivó varios géneros literarios como la poesía y el cuento. Uno de esos cuentos se titula “Visión del arte”, donde habla sobre los estados alucinantes de un escritor que estaba agobiado por el cansancio y experimenta el desencanto y el miedo. En el exalta la poesía, porque consideraba que la poesía era la mejor de todas las bellas artes.

En otro cuento titulado “En un vagón” describió lo ocurrido en un viaje imaginario dentro de un vagón de tren. Los personajes principales son un tío y un joven que estaba a punto de graduarse de bachiller, allí el tío le habló acerca de la libertad humana, el libre albedrío, las inclinaciones humanas y la conciencia. La madre del joven que estaba con ellos facilitó la conversación hablando acerca de las enseñanzas del catecismo y el papel de la conciencia moral.

Escribía para dar siempre lecciones del bien y moral, sin vanidades ni soberbia, sin envidia, sin rencores, sin odios ni acechanza.

Escribió otro libro llamado “Los Maitines”, donde hizo referencia al convento de la cartuja donde pasó un tiempo corto de su vida. En su deseo de comunicación escribió cantidad de cartas que reflejan pureza del lenguaje, elegancia, lógica y sencillez. En muchas de ellas habría su corazón y decía lo que pensaba y sentía, en ocasiones hasta hacía reflexiones sobre sí mismo.

En sus cartas se puede encontrar tanto el amor por su familia como su generosidad, su desprendimiento y su ser de educador y formador en todo momento. La constante en todas ellas era que agregaba alguna buena recomendación o algún punto formativo.

En su libro “elementos de filosofía” que escribió en 1912 decía en el prólogo que “ningún hombre puede vivir sin filosofía” y agregaba que es necesario poseer una formación filosófica como condición previa al estudio de cualquier materia científica, de manera de ir amoldando todo conocimiento científico a la estructura filosófica sin la cual no deberán administrarse ninguno de aquellos conocimientos sino condicionalmente.

José Gregorio dejó algunos libros inconclusos, uno sobre política, otro sobre Santa Teresa de Jesús, pero siempre mantuvo una producción y publicación de artículos nacionales e internacionales de primera línea. Escribió artículos sueltos en el periódico de mayor circulación de aquellos tiempos que se llamaba “El cojo ilustrado”, en estos artículos hacía énfasis en la necesidad de practicar el bien, la virtud, la honradez, la sinceridad y la autenticidad.

Les pedía a los niños, jóvenes, adultos, viejos, estudiantes, patronos, obreros, amas de casa, gobernantes y gobernados que fueran todos personas justas, morales y orientadas hacia el bien. Buscaba acercar a todos hacia la verdad de Dios porque él sabía que con Dios ¡siempre ganamos!