Jefe de liga venezolana dice que Libertadores está «manchada» gane quien gane
EFE
Para el presidente de la Liga venezolana, Rubén Villavicencio, gane quien gane la final de la Copa Libertadores 2018 entre River Plate y Boca Juniors «la copa está manchada» pues la final se desvirtuó, a su juicio, «por el simple hecho de que llegaron estos dos equipos».
Villavicencio dijo este martes a Efe que «permitir que por más de un mes la sociedad argentina estuviera hablando de esta situación» hizo que pareciera los equipos «se iban a enfrentar en una guerra y no en un estadio de fútbol».
Explicó que en el fútbol sudamericano se ha llegado a un punto en el que «la única vacuna contra la violencia es la cultura» y que no solo hay que trabajar en ello sino sobre todo «en que no exista impunidad» y seguir el ejemplo de la justicia alemana, que hoy condenó a 14 años de cárcel al autor del atentado contra el autobús del Borussia Dortmund ocurrido en abril de 2017.
Sin embargo, como representante de una liga afiliada a Conmebol, Villavicencio aseguró que no puede debatir la decisión del ente ya que «seguramente está basada en la norma de la competición» y en argumentos de ambos equipos «que por desconocer sería irresponsable de mi parte juzgar».
En cuanto a hechos violentos en el balompié venezolano, Villavicencio no negó que han existido «situaciones muy complicadas» pero aseguró que los equipos hacen «grandes esfuerzos» para evitarlos por lo que «duda» que suceda algo parecido.
«Vivimos momentos muy complicados en el pasado y de ellos se ha venido trabajando para disminuirlos aún más», concluyó.
El presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, anunció este martes, tras reunirse con los presidentes de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, y de Boca Juniors, Daniel Angelici, que la final de la Copa Libertadores se disputará el 8 o 9 de diciembre fuera de Argentina.
El partido de vuelta de la final, tras el 2-2 de la ida en la Bombonera, debió posponerse este sábado por la agresión que sufrieron los jugadores del ‘xeneize’ cuando arribaban en el autobús al estadio Monumental.
