Inmaculado Corazón de María, por María García de Fleury
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La fiesta del Inmaculado corazón de María se celebra al día siguiente de la del Sagrado corazón de Jesús. El corazón es símbolo de la intimidad de la persona en la Biblia el corazón es el lugar de la memoria el que se custodian los recuerdos, las ideas, los proyectos, y las decisiones.
La primera vez que se menciona en el evangelio el corazón de María, se muestran toda la riqueza de la vida interior de la virgen con esa frase que dice «María conservaba todas esas cosas en su corazón». la devoción al inmaculado corazón de María junto con la del sagrado corazón de Jesús fue promovida por San Juan Eudes en el siglo XVII. San Juan Eudes decía: «El amor al Inmaculado Corazón de María es la fuente y el principio de todas las grandezas y excelencias que la adornan y que la hacen estar por encima de todas las criaturas por ser hija predilecta de Dios padre, madre muy amada de Jesús y esposa fiel del espíritu Santo».
San Juan Eudes es el padre, doctor y apóstol del culto litúrgico de los sagrados corazones de Jesús y María, además de la liturgia para ambas fiestas compuso magnificat para ella fundó la congregación de los sagrados corazones de Jesús y María a la que hoy también se les llama eudistas.
el 13 de junio de 1917 en su segunda aparición a los pastores de Fátima la virgen les dijo dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi inmaculado corazón a quién lo abracé le prometo la salvación y serán amados de Dios estás almas como flores puestas por mí para adornar su trono la virgen Fátima le dijo a Francisco y a Jacinta que se lo llevaría pronto al cielo pero que Lucía se quedaría en la tierra para decirle a todos que Dios quiere establecer en el mundo la devoción al inmaculado corazón de María.
Al final les dijo vendrán muchos problemas, pero al final mi inmaculado corazón triunfará muchos santos han sido devoto al inmaculado corazón de María, como San Luis María de Montfort, quién decía que el corazón de María invita a la confianza tanto más que ella tiene hacia nosotros o incluso al más miserable, un afecto qué es superior a la suma del cariño de todas las madres del mundo por un hijo único.
El corazón de la Virgen tenía que ser inmaculado sin manchas porque ya iba a ser la madre de Dios. Celebrar el corazón inmaculado de María es celebrar la voluntad de Dios.