II Asamblea Nacional de Pastoral
Por María García de Fleury
Desde el viernes 8 de julio hasta el domingo 10 de julio del 2022, promovido y convocado por la Conferencia Episcopal Venezolana, se llevó a cabo la segunda Asamblea Nacional de Pastoral en la Universidad Católica Andrés Bello con la asistencia de todos los obispos venezolanos y unos 300 asambleísta.
La sesión inaugural la comenzó Monseñor Jesús González de Zárate, Arzobispo de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal, quién destacó que la realización de este tipo de asamblea fue un sueño del concilio plenario venezolano.
Recordemos que ese Concilio Plenario fue el primero de los 500 años de vida de la iglesia en Venezuela, que comenzó en el año 2000 y culminó en el 2006 con 6 sesiones de Trabajo de 8 días cada una y una solemne clausura.
Este Concilio Plenario dedicó sus trabajos al ejercicio de la misión de la iglesia, es decir, a la evangelización en sus varios objetivos específicos desde compartir de la comunidad de creyentes y la participación activa en la vida económica política y ético cultural del país.
Se produjeron 16 documentos formando un conjunto armónico doctrinal y práctico con temas referidos a la vida interna eclesial y otros a la participación especialmente de los laicos en la vida diaria.
En todo el conjunto se sirvió de eje articulador o núcleo organizador el concepto de comunión, comunión que es el mensaje cristiano y que hoy constituye la brújula para el caminar de la iglesia.
Monseñor González de Zárate invitó a desarrollar el gusto espiritual por estar cerca de la vida de la gente. Agregó que la iglesia vive para evangelizar, esa es su vocación y su dicha.
Los desafíos de los nuevos tiempos, complejos, convulsos, cambiantes, deben integrarse a fondo en la sociedad, compartir la vida con todos, escuchar su inquietudes.Sin duda la parroquia es el rostro más cercano y concreto de la iglesia para la mayoría de los católicos de Venezuela.
Por su parte, Monseñor Ignacio Cefallia, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Venezuela, invitó a los participantes a tener coraje para salir a la misión en las periferias geográficas y existenciales, afirmó que las necesidades y urgencias de la pastoral, que la palabra de Dios nos hace discernir, puede ser diferente a las de ayer e invitó a salir y dejar esa frase de «siempre se ha hecho así», y la autorreferencialidad.
Hay que tener el coraje en la acción Pastoral dijo, eso se vuelve necesario cuando la conciencia iluminada por la sabiduría, sostenida por la oración, y animada por la caridad, obliga a actuar más allá de las resistencias que plantea, lo que puede suscitar temor, amenaza o simple inercia.
En el mensaje final de esta segunda Asamblea Nacional Pastoral se habló de la parroquia como casa y escuela de comunión, se llamó a reconocer la acción evangelizadora y pastoral de la iglesia en la misión de reconstruir el tejido social desde la educación, de ir al encuentro del hermano, de caminar juntos en la escucha, en el diálogo, en el discernimiento, en la misión, creando una nueva cultura del consenso donde todos estén involucrados como iglesia pueblo de Dios, así como el compromiso de que las parroquias sean entornos seguros donde se salvaguarda y protege a las personas vulnerables desde una consecuente cultura del buen trato, porque si todos reconocemos que somos hijos de Dios sabremos que con Dios ¡siempre ganamos!