HORA DECISIVA| Messi y Argentina, entre la agonía y el miedo de quedar fuera del Mundial - 800Noticias
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Nada turba más a Messi que Argentina. Está consciente de que, después de perder cuatro finales con la Albiceleste (la del Mundial de Brasil frente a Alemania en 2014 y tres más de la Copa América en 2007, 2015 y 2016), quizá ya no haya opción al consuelo. Argentina corre el riesgo de perder el tren que lleva a Rusia. Es decir, de quedar fuera de un Mundial de fútbol, algo que no ocurre desde que fuera borrada por Perú en las eliminatorias de México ’70.

Las cuentas se amontonan, pero sólo queda una evidencia. Ganar en Quito a la eliminada Ecuador asegura, como mínimo, un repechaje ante Nueva Zelanda. El empate obligaría a atar la soga a los otros cuatro encuentros en disputa. La derrota llevaría a Argentina a la eliminación, siempre y cuando Colombia venciera a Perú por mayor diferencia a la derrota albiceleste y si Paraguay no ganara a Venezuela. En tal caso, el mal menor sería la repesca.

La competitividad llevada al extremo del grupo sudamericano, con Brasil como única selección clasificada (38 puntos), y Ecuador, Bolivia y Venezuela como eliminadas, dibuja un panorama para la última jornada de alta tensión.

La clasificación de Uruguay (28 puntos, y un average de +10 ) es virtual, mientras que Chile (26, +2), Colombia (26, +2), Perú (25, +1), Argentina (25, +1) y Paraguay (24, -5) tendrán que jugarse dos pases directos y el puesto de la repesca.

En semejante avispero tendrá que apañárselas para salir indemne una Argentina descompuesta en los despachos tras la muerte del gran gerifalte, Julio Grondona, y que ha visto pasar a tres técnicos por el banco en esta fase de clasificación (Martino, Bauza y Sampaoli), con el vestuario convertido en sala de cásting y la pizarra en un jeroglífico indescifrable.

El ex entrenador del Sevilla, de hecho, ya valora la posibilidad de rescatar la línea de tres en defensa para reubicar a Mascherano en un doble pivote defensivo junto a Biglia. Benedetto continuaría como ariete.

Sólo una victoria en Quito

Y la agonía se confunde con el miedo. Argentina sólo ganó una vez en los 2.856 metros sobre el nivel del mar de Quito. Fue un 0-2 en agosto de 2001 con Bielsa que sirvió para clasificarse para el Mundial de Corea y Japón. Pero es también el Estadio Olímpico Atahualpa el escenario donde Daniel Passarella, antes del Mundial de Francia ’98, dejó para la posteridad aquella prédica ahora tan recurrente después de perder 2-0 contra el combinado entonces dirigido por Pacho Maturana: «La pelota no dobla en la altura».

Ante la creciente inquietud, Argentina se expone a mirar con recelo a Brasil. Imponente desde que Tite es el entrenador (ha marcado 22 goles más que la Albiceleste en esta clasificación), la selección brasileña tiene también en su mano parte del futuro argentino. Su histórica némesis. No ganar a Chile, a la que urge el triunfo para asegurarse el billete a Rusia y que no podrá contar con el sancionado Arturo Vidal, multiplicaría las opciones de eliminación de Messi y los suyos.

Argentina rememora estadísticas (Brasil no pierde en Sao Paulo desde hace 53 años), observa la mueca de Messi, y hace recuento de enemigos. Jorge Célico, seleccionador de Ecuador y, como él mismo recuerda, «argentino hasta la médula».

La altura. Las alianzas. Sus demonios. Su propio caos.

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