Honrar a la Madre de Dios, por María García de Fleury - 800Noticias
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La tradición de celebrar el mes de mayo como el mes de la Virgen tiene dos siglos en vigor y coincide con el comienzo de la primavera y el final del invierno. El triunfo de la vida que simboliza la primavera es uno de los motivos por lo que se sitúa en mayo el mes de la Virgen, de la madre de la vida, de la madre del único salvador del mundo, de la madre de Jesucristo.

En el mes de mayo florece la tierra, todo se llena de flores, la naturaleza anuncia el comienzo de un nuevo crecimiento, la primavera y el mes de mayo presenta una naturaleza verde, en flor, con buen tiempo. Ese reflejo de la belleza de la naturaleza también habla de María, la madre de Dios, de su belleza y de su virtud.

La celebración de este mes de mayo que se viene celebrando de esta forma desde el siglo XVII, es más que una tradición entre los cristianos, es un homenaje y una acción de gracia hacia quien es nuestra madre. Como regalos para ella podemos rezar a diario el rosario, colocar flores frente a su imagen, hacer meditaciones acerca de sus dogmas, realizar ejercicios espirituales en honor a la virgen María. Sobre todo es un mes que les recuerda a los fieles lo importante de esforzarse por imitar las virtudes de nuestra santísima madre en nuestras propias vidas.

Existe una costumbre muy bonita y es la de hacer un pequeño altar a la virgen María, no importa lo elegante o lo simple que sea, el punto principal es que sea un lugar designado para Dios y su madre la virgen María en tu casa. Así como necesitas una atmosfera adecuada para dormir, también se necesita una atmosfera adecuada para orar.

Sabemos que podemos orar en cualquier parte, pero para mayo dale a María la madre de Dios un lugar especial para hacer oración. Puede ser una estatua, un cuadro, pero coloca allí alguna representación de nuestra santísima madre, hazlo atractivo, hazlo un verdadero tributo a su belleza y virtud, ponle flores, y si es posible agrégale una velita.

Ese altarcito con la madre de Dios será tu lugar de paz. Luego corónala con flores o corónala espiritualmente. El significado es mucho más importante que la acción, puedes hacerlo al principio, a finales de mayo o en cualquier punto intermedio, cántale a la madre de Dios, cantar es orar dos veces. Todas estas ideas te darán espacios para momento de paz en nuestros hogares, momentos de felicidad en medio del tumultúo de preocupaciones, dificultades que vivimos a diario.

Dedícale un tiempo cada día durante el mes de mayo a la madre de Dios, no porque sea una tradición en la Iglesia, que sí lo es, no porque haya gracias especiales relacionadas con esto, aunque si las hay. Hazlo más bien porque María es madre, tú madre, mi madre, es la madre de todos y porque está cuidándonos a todos día a día sin faltas, intercediendo por nosotros hasta en los asuntos más insignificantes. La madre de Dios se merece un mes entero en su honor, porque todos sabemos que ¡con Dios siempre ganamos!