Honores a la Reina del cielo y la tierra, por María García de Fleury
800 Noticias
La iglesia católica celebra este 31 de mayo la fiesta de La visitación de la Virgen María a su prima Isabel, a quién acompañó y sirvió durante tres meses estando ambas embarazadas; Isabel de Juan el Bautista y la Virgen de Jesús.
Isabel, llena del Espíritu Santo le dijo a María: ¿Cómo he merecido que venga a mi la madre de mi señor? Isabel estaba reconociendo la dignidad real y mesiánica del hijo de María.
Isabel llena de admiración invita a que todos apreciemos todo los que la presencia de la virgen embarazada trae como don a la vida de cada creyente que cada niño en el vientre de su madre es un ser humano lleno del amor de Dios, por eso es tradición coronar a la virgen el 31 de mayo, porque ella junto con su hijo en el vientre salió de sí misma y fue a servir a la humanidad.
La Virgen María enseña a ser obediente a Dios, pero este plan divino no puede llevarse a cabo si no se cumple la voluntad del Señor expresada en los Diez Mandamientos, algunos puntos del decálogo se pueden observar con facilidad, pero otros exigen sacrificios, incluso heroísmo. La vigilancia continua para salvaguardar la pureza es un gran sacrificio porque requiere el dominio del cuerpo, el corazón tenerlo libre de afectos desordenados y la mente tenerla siempre dispuesta a alejar imágenes malignas y los deseos pecaminosos.
Por otra parte, es un gran sacrificio perdonar generosamente las ofensas y hacer el bien a los que nos hacen el mal, sin embargo, la obediencia a la ley de Dios es también un acto de respeto a la reina del cielo, por eso es vital respetar el santo nombre de nuestra señora, no pronunciemos su nombre en vano ni usemos su nombre en juramentos, al escuchar su nombre blasfemado digamos inmediatamente una oración, «Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre».
Amigos, nadie se engaña, no hay verdadera devoción a María si el alma ofende gravemente a Dios y no puede decidirse a dejar el pecado, especialmente la impureza, el odio y la injusticia. De esto habla con gran espíritu, delicadeza y belleza San Alfonso María de Ligorio, un religioso italiano que fundó la Congregación del Santísimo Redentor, cuyos miembros se conocen como los Misioneros Redentoristas.
Los Padres Redentoristas llegaron a Venezuela el 14 de marzo de 1925 entrando por Barquisimeto y empezaron a crecer por distintas partes del país. En Caracas en El pinar, en el sector de El Paraíso, empezaron el 3 de Diciembre de 1944 con una pequeña capilla que fue creciendo y creciendo hasta convertirse en la parroquia San Alfonso María de Ligorio, el 19 de septiembre de 1957, y puesta bajo la protección de la Virgen de Coromoto pues los Padres Redentoristas querían darle ese regalo al pueblo venezolano, el primer santuario a la Virgen Patrona de Venezuela.
Y es en ese santuario tan significativo donde tendrá lugar la gran inauguración de la misa criolla coromotana y el estreno del himno del Apostolado Mundial de la Virgen de Coromoto con la presencia de autoridades eclesiásticas, mensajeros coromotanos y amigos. Esto se hace como un tributo especial a la reina del cielo, a la madre de Dios y con Dios ¡siempre ganamos!.
Únete a nuestro canal de Telegram, información sin censura: https://t.me/canal800noticias